Aunque no es nacida en Barranquilla, sino en Cucaramanga, Colombia, hasta donde la grabadora de Gossip llegó para platicar con ella, para muchos la cantante emergente Ale guarda cierto parecido con su compatriota Shakira, y no descartan que en un futuro aquella se convierta en la sucesora de la intérprete de “Antología”.
“Es todo un ejemplo a seguir (Shakira), y claro que mi sueño es estar a sus alturas, pero estoy consciente que toda gran carrera depende de un buen comienzo”, relata esta quinceañera, en referencia a su naciente carrera, que desea impulsar en Latinoamérica con la promoción de su sencillo “Besarte otra vez”.
El tema (y la chica) tienen su historia. Su predecesor es “Quisiera”, que gracias al poder de las redes sociales y a su gran talento logró conquistar el corazón de una agrupación llamada Pasabordo, a quienes admira desde muy pequeña.
Ale decidió grabar un video cantando aquella canción, gran éxito de la agrupación. Su talento no pasó desapercibido ante esta y fue así cómo nació la oportunidad para viajar a la ciudad de Medellín, escribir y grabar la canción “Besarte otra vez”.
“Es un sueño cumplido (el tema) mi gran debut y el inicio de una carrera profesional como artista. Es la oportunidad de conquistar el corazón de quienes deseen descubren mi música”, menciona la intérprete.
La joven explica que dicha melodía es una historia real que cuenta la situación que tuvo que vivir ella misma cuando por primera vez experimentó el amor. “No fue hace mucho”, dice, riendo nerviosa. “Además de darme experiencias en lo sentimental, me sirvió para acercarme a los consejos de mis papás, tan desdeñados en estas épocas que atravesamos los jóvenes”.
“Fue muy bonito descubrir el amor y (explotar) la química que tienes con la persona que amas y te corresponde. Pero también lo fue descubrir en mis padres los mejores consejeros y entender que ellos ya pasaron por esas situaciones y que, a pesar de que no lo parezca, lo que más les importa es tu bienestar”, agrega, invitando a los jóvenes a aprovechar toda oportunidad de acercamiento que tengan con sus progenitores.
Ale, que durante toda su plática interpone el término “guay” (chévere en Colombia y Venezuela; chido y padre acá en México) se declara fuera de quicio en estos momentos, debido a la situación que todo mundo conoce.
Pero a pesar de su corta edad y su juventud toma las cosas con mucha filosofía, aduciendo que “todo pasa por algo” y en el mejor de los casos, este aislamiento del exterior le permitirá a todos “interiorizar” y acercarse a sus seres más queridos, que saldrán a flote durante la contingencia, por muy alejados que se encuentren en lo físico o moral.
Sin descartar una pronta visita a tierras mexicanas, ella aprovecha el tiempo puliendo sus dotes como artista, cantante, compositora y bailarina, formándose integralmente en todo lo que puede. Toca el piano (lo hace desde muy temprana edad) y continúa perfeccionando su voz para lograr un dominio de su técnica interpretativa en aras de cumplir su sueño y, un día no muy lejano, amenizar el medio tiempo del Super Bowl, tal y como lo hizo su compatriota el pasado mes de febrero.
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