“El que es maestro de vocación es una persona que le gusta compartir el conocimiento y que hace todo para que sus alumnos sean mejores que él”, afirma Gabriela Esparza, cuyo lema es transmitir todo lo que sabe con sus alumnos, para que puedan desarrollarse.
La maestra de pintura comenzó enseñando dibujo en una academia de diseño de moda durante un año y hace seis abrió su escuela Gabriela Esparza Studio.
A Gaby le complace ver que sus alumnos empiezan a desarrollarse por sí mismos, que reconocen su trabajo y los invitan a concursos y exposiciones. Como a Lucca Peralta, que con sólo cinco años presentó su obra “Xoloitzcuintle y Frida” en octubre en Casa Chihuahua, junto a las de Miguel Valverde, Salvador Marrero, Alicia García Casauranc y otros artistas chihuahuenses en “Homenaje a Frida Kahlo”.
“Recientemente tuvimos cuatro primeros lugares en concursos estatales de primaria, una de las niñas fue segundo en un concurso nacional de los Colegios Everest-Alpes”, comentó.
Este tiempo le ha servido a Gaby para valorar la parte presencial de cuidar su autoestima, que en línea no se puede dar.
“A veces conoces tanto a tus alumnos que los observas y sabes que no se sienten a gusto, que no les sale. Ser maestro no es nada más presentar un programa, es ir más allá, abrazarlos, sentarte con ellos, escucharlos, darles una palabra de aliento, estar pendiente de ellos”, subrayó.
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