Así, con nueve años de edad, Nicole pudo exponer tres fotografías; una de ellas y su favorita era de su perro llamado “Titan”, a quien retrató por encima de la puerta de su hogar.
Junto a su fotografía, dedicó una pequeña descripción del retrato, el cual también se podía leer en braille: “Esta es una fotografía de mi perrito, es muy bonito y tiene un pelo muy suave, le gusta observar a fuera de la casa, Nicole”.
“Es una foto de mi perro, tan bonito, tan chiquito”, agregó Nicole, quien llegó hace más de seis años a CEIAC, a quien también agradeció por la oportunidad y ayuda, así como a su maestra María Vega.
Para Nicole, esta fue una experiencia que le ayudó para descubrir su gusto por la fotografía, debido a que nunca antes lo había experimentado.
“Yo quisiera volverlo a hacer, yo quisiera volver a entrar a fotografía, a mí me gustó mucho tomar fotos”, recalcó.
El otro expositor que asistió, fue Irving Mata de tan solo 12 años de edad, quien a través de este gusto, pudo exponer tres fotografías, donde su panorama favorito, fue retratar el teatro y el parque.
Explicó que el teatro, lo retrató debido a que hay una ventana algo extraña, por ello su interés de captar esa imagen.
Mientras el parque, lo hizo por el gusto que le da caminar por ahí todos los días, imagen la cual describió con un pequeño párrafo.
“En este parque van varias personas por la tarde, muchos niños juegan en las resbaladillas. Casi todos los días paso por el parque, porque es uno de mis caminos para ir a todos lados. A veces juego ahí, no mucho. Me gusta escuchar personas riendo y jugando”, Irving.
Los niños que participaron en esta galería fueron Susset González, Nicole Ortiz, Vanesa Sánchez, Alexa Alemán, Orlando Martin, Irving Mata y Kevin Jiménez, todos integrantes de CEIAC, quienes tienen una edad de 8 a 17 años.
La maestra de fotografía en CEIAC, María Vega, explicó que este taller constó de tres fases, las cuales comenzaban con la exploración por medio de la práctica fotográfica, relatos e imágenes, para así poder documentar su forma de percibir y capturar su entorno.
La segunda fase era desarrollar habilidades artísticas, por medio de esta misma practica, explorando sus emociones sobre su entorno, utilizando la técnica del fotógrafo ciego más famoso del mundo, Evgen Bavcar.
Para así, llegar a la última fase, la cual consistía en la exhibición de la fotografía, misma que tiene como propósito unir al público normo-vidente e invidente en la contemplación de una obra, puntualizó.
Este proyecto tuvo una duración de un año, el cual fue dividido en 60 sesiones de clases de fotografía digital.
Por último, la directora del MUREF, Liliana Fuentes dedicó unas palabras a estos infantes invidentes, “Gracias niños por crearnos una reflexión de las capacidades que tienen las personas invidentes y débiles visuales, una reflexión sobre qué podemos hacer nosotros como centros culturales para darles voz y difundir sus logros, prueba de hoy esta exposición”.
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