El chef Alex Ruíz cree firmemente en la frase: origen es destino. Considera que el haber crecido en el seno de una familia campesina que cultivaba maíz lo hace valorar más su labor en el programa México en una tortilla, donde explora los distintos platillo derivados de este ingrediente.
"Tiene que ver con el maíz no sólo como grano, sino con la milpa como un micromundo donde se da el maíz, los quelites, los chapulines, el huitlacoche, la calabaza y el frijol. Es más que nada lo que hay alrededor de la milpa como plantación", comenta en entrevista El Sol de México.
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Este proyecto lo remontó a su niñez, cuando apoyaba a sus padres en sus tareas en el campo, hecho que hoy le permite identificar con mucha precisión cada una de las variantes y sabores de los productos derivados del maíz.
“Como golosina no nos daban una paleta, sino un elote hervido. Mi mamá era ama de casa, y todos los días preparaba tortillas hechas a mano, tostadas y tlayudas. Mi labor como niño era llevar el nixtamal al molino para ser procesado”.
“Aprendí cómo debía verse y saber un maíz nixtamalizado, un elote fresco cortado de la milpa, cocido, hervido o asado, y también recién salida la masa de un nixtamal recién molido. Ha sido parte de mi vida completa”.
La emisión se compone de 22 episodios, que se estrenan este 1 de noviembre a las 21:30 horas por el canal de paga El Gourmet, a lo largo de los cuales comparte cerca de 50 recetas donde el maíz es el principal protagonista.
El chef asegura que este tipo de producciones contribuyen a desmitificar la idea de que la gastronomía es exclusiva de platillos de "alta cocina", pues ésta se puede encontrar en cualquier parte donde haya alguien con pasión por la comida.
"La mayoría de las recetas no fueron creadas por chefs, son un medio por el cual comunicamos la cultura y quiénes somos. Somos lo que comemos, y por lo menos en Oaxaca hay una serie de moles y recetas que se sirven para cierta celebración".
“Alta cocina es relativo, la alta cocina puede ser una tortilla ejecutada a la perfección, o una salsa hecha en molcajete, con esos sabores y la cantidad exacta de picor, acidez y sal. Está en todos lados, México, y Oaxaca en específico, es un destino culinario, porque puedes comer rico en la calle, en el mercado o en un restaurante de fine dinning”.
Alex agregó que a través de este proyecto reafirmó su creencia de que la comida va más allá de sentarse a la mesa, pues engloba todo un ritual que abarca desde seleccionar los ingredientes, hasta compartir los platillos, y por supuesto contribuir a difundir el amor por el buen comer.
"Hay gente apasionada de la cocina aunque no lo ejecute. De alguna manera todos los que participamos en ese programa nos encanta comer, terminaba y todos a probar los platos. Hay mucha gente enamorada de la gastronomía y que disfrutan lo que hacen", finalizó.
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