Lucha Villa se convirtió en una de las estrellas de la música regional mexicana, inclusive, había radiodifusoras y televisoras de diferentes países que se peleaban por tenerla en sus programas, pero una pelea con Raúl Velasco le habría cerrado algunas puertas en la llamada Fábrica de sueños.
La Grandota de Camargo saltó a la fama a comienzos de los años 60, cuando lanzó su primer disco La media vuelta, mismo que José Alfredo Jiménez se preocupó por impulsar.
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Desde entonces, la fama de Lucha Villa ascendió al punto en que se había convertido en una cantante de talle internacional; era invitada a importantes eventos, sus conciertos se caracterizaron por abarrotar a las cientos de personas que la querían ver y sus discos eran los más vendidos.
Siendo una de las cantantes más importantes a nivel nacional, Lucha era invitada a los programas más importantes de la época, tal como lo fue Siempre en Domingo. Raúl Velasco era el conductor favorito de Televisa por lo que lograba reunir el más alto rating que la televisora nunca había tenido.
Lucha estuvo en Siempre en Domingo en varias ocasiones, pues además de ser una de las artistas más queridas por el público y nunca recibir una mala crítica, se volvió una gran amiga de Raúl Velasco, por lo que siempre tuvo las puertas abiertas de Televisa.
Y es que era un secreto a voces que Velasco se había convertido en uno de los pilares de la televisora, pues el gran rating que obtenía lo había convertido en la persona que decidía si un artista iba a tener éxito en todo México y parte de Latinoamérica o jamás brillaría en el espectáculo.
La amistad entre la intérprete de Tú a mí no me hundes y Raúl era evidente en cada ocasión que ella era invitada a Siempre en Domingo, pero todo habría terminado con una fuerte pelea que los dividió y, además, le habría quitado oportunidades a Lucha.
El diseñador relató a Sale el Sol que la cantante le habría reclamado a Velasco que la televisora no se hacía cargo de lo que tenía que hacer ella por lucir bien en televisión, además, él la invitaba constantemente y tampoco se preocupaba por los gastos que ella tenía que enfrentar por aceptar sus invitaciones.
La discusión habría subido tanto de tono que Raúl le dijo que nunca más la invitaría a Siempre en Domingo, por ende, no podría volver a cantar en el programa más importante a nivel nacional de aquella época.
La decisión de Velasco fue un golpe fuerte para la Reina de los Palenques, pues esto significaba que iba a tener muchas puertas cerradas por parte de Televisa. Por tanto, trató de buscar oportunidades en otros medios y alejarse de la televisora de San Ángel.