"En la música y en la vida, se necesita ser rebelde y clandestina": Lila Downs

En entrevista exclusiva para El Heraldo de Chihuahua, la oaxaqueña cuenta sobre su nuevo disco, carrera profesional y la lucha por los derechos de los indígenas

Carolina M. Payán | El Heraldo de Chihuahua

  · domingo 25 de septiembre de 2022

Lila Downs ha refrescado el género regional mexicano con su estilo. Foto: Cortesía | Jennifer Pochat

A unos meses de haber encabezado las Jornadas Villistas, en Parral, la cantautora y antropóloga originaria de Tlaxiaco, Oaxaca, Lila Downs, conversó cordialmente con El Heraldo de Chihuahua, sobre su más reciente producción material, el futuro de la música regional y sus influencias a la hora de componer éxitos como: “Vieja la noche”, “Pecadora” o “Agua de rosas”, que le han granjeado un lugar la industria del espectáculo internacional, junto con otras grandes luminarias mexicanas como: Juan Gabriel o Café Tacvba, -mismos de los cuales ha sido musa y amiga dentro y fuera de los escenarios-. No obstante la nacida bajo la constelación de Virgo, prefiere prescindir de etiquetas tales como “Diva” o “Artista”, para referirse a sí misma, como una mujer de naturaleza mutable, cuyo espíritu crítico le impide permanecer callada y salirse de los convencionalismos a toda costa.

Sin embargo en ese devaneo creativo la también activista social y madre adoptiva de dos hermosos niños Vanessa y Benito, nos revela que, es una mujer metódica a la hora de analizar las situaciones más complejas, para abordar aquellos temas de su interés con claridad pasmosa. Entre sus obsesiones están la gastronomía, la narrativa y la biología, producto de la unión de su padre un científico estadounidense y una madre cantante originaria de la Sierra Mixteca, que de tal himeneo forjado en el calor de la sangre y la tierra, emerge Lila, una niña cuya curiosidad prodigiosa a la par de extraordinaria sensibilidad, le condujeron por los senderos más inesperados hacia la emancipación del sufrimiento, a la par de la búsqueda de la libertad en los confines más lejanos, siendo aclamada desde Buenos Aires hasta el Cairo, por su discurso lleno de bríos y dulzura a la par.

Con canciones de ayer y hoy, Lila Downs siempre le apuesta a la música audaz. Foto: Cortesía | Jennifer Pochat

De norte a sur y de regreso

Cuando le preguntamos a Downs si algún público es más entregado que otro, con una voz sonora, no teme decir que se inclina por el de las provincias, “Son escenarios y audiencias sumamente generosas que siempre reciben a los artistas con el corazón abierto, eso nos alienta como intérpretes a dar lo mejor que tenemos para cumplir sus expectativas y dar el extra. Desafortunadamente, el mundo del espectáculo como el de la política, se centraliza mucho en las grandes ciudades, descuidando a los habitantes del resto de la república,-esto no es exclusivo de México-, lo he visto en Alemania, EUA o España, donde no te esperarías que sus públicos padecieran cierto tipo de abandono cultural en lo que a entretenimiento se refiere; por eso me alegra mucho cuando me invitan a eventos como la Guelaguetza, las Jornadas Villistas y ahora próximamente el Cervantino, porque además de ponerme de cara al México real, me es posible aprender de su contexto abonando a mi creación particular.” señala la multipremiada cantante, que en 2022 ha vuelto a las giras internacionales luego de larga temporada de pausa a causa de la pandemia coronavirus.

No obstante en todo ese tiempo la oaxaqueña no ha cesado sus actividades creativas sino que ha distribuido su agenda entre la crianza, los amigos, las grabaciones de estudio, colaboraciones con marcas y mucho más; de manera que jamás veremos a Downs sentada tranquilamente. “Espero con muchas ansias el año que viene, porque es volver a lugares como Turquía, donde admiran mucho a las mujeres que cantan, ellos se identifican con nuestra estética plástica, colores y ritmos, a pesar de no comprender las letras, demostrando que los sentimientos/sensaciones no conocen barreras y son expresiones universales”.

Y es que Lila ha tenido el privilegio de compartir tablas con Mercedes Sosa, Carlos Santana, Los Tigres del Norte o Juanes, -quien además contribuyó a apoyar a Downs en la convocatoria de “The Lantern Tour-”, que a través del arte, la música y la defensoría jurídica se buscó la seguridad de las familias migrantes en la frontera sur de Estados Unidos; un tema con el que está más que familiarizada la mexicana al haber presenciado de primera mano la discriminación por sus origenes étnicos al igual que su madre en el país del norte, al respecto narra, “En esta vida hasta las cosas que le son una impedimenta a una, le sirven como trampolín para superar las limitaciones; de todo se aprende hasta de lo que nos hiere, por ello es importante dar crédito a quienes nos formaron intelectual y culturalmente hablando, transmitiendo sus nombres e ideas a otros mediante nuestros instrumentos.” prosigue Downs quien tuvo que dejar EU al morir su padre para encontrarse de nuevo con su patria, para luego volver y resurgir como brasa viva. “A mí me lastima profundamente aquellas celebridades que esconden sus influencias u orígenes, aquello me parece desleal, no tiene nada de malo reconocer que la hemos pasado bien o mal, no eres lo que te sucede sino aquello en lo que te conviertes.”

¿Hay futuro para la música mexicana y en específico la vernácula?

“Existe un gran renacimiento por parte de los nuevos exponentes que incluyen elementos acústicos típicos como mariachis o banda a ritmos poco esperados como Reggaeton o Pop, que brindan una perspectiva diferente a lo ya conocido. Recuerdo que en los premios Grammy platicaba con una serie de personas que expresaban que no les parecía correcto que se llamara a este género “Regional Mexicano”, porque muchos de sus intérpretes ya no son nativos de nuestro país y que son un tesoro compartido entre México y EU. No obstante yo les decía que eso no era de importancia, sino el sentimiento que despierta entre la gente, las mejores canciones no tienen nacionalidad, son himnos compartidos como puede ser ‘Money’ de Pink Floyd o ‘La Llorona’ pieza istmeña de Tehuantepec, Oaxaca por mencionar algunos. En ese sentido Lila es fiel a sus palabras, al revelarnos que en su nueva producción discográfica incorporará sonidos norteños que se perciben en la instrumentación elegida, como son el acompañamiento del bajo quinto, acordeón y tuba, que en conjunto con letras más pegajosas y optimistas van dando forma a este atractivo material.

Encontrar el orgullo

Finalmente cuando le preguntamos a Lila cómo se siente con respecto a temas como la finitud, el horizonte y la melancolía tras acabar un proceso creativo o una etapa de su vida la también actriz señaló, “Cómo esteta te nutres de todos estados anímicos y cuestionamientos filosóficos, posibles para componer y expresar sensaciones o pensamientos que son evocativos en la gente; pero no es bueno permanecer demasiado tiempo en alguno de esos polos, eso te roba el hoy. Tener presente a la muerte te brinda la oportunidad única de hacer cosas extraordinarias cada mañana, soñar con metas complejas te coloca en la mesa de juegos, mientras que angustiarse por lo que no ha pasado nos frena, hay que buscar el orgullo en las cosas pequeñas. La cocina me cura, me desestresa hacer de comer, mientras que leer temas desconocidos me arrojan a realidades ignotas, son entonces esas delicadezas donde cada quien debe escoger cómo renovarse cada día y crear su paraíso permanente.” concluye la también defensora del mercado justo.

La artista oaxaqueña se ha presentado en diferentes foros alrededor del mundo. Foto: Cortesía | Jennifer Pochat