Si bien es cierto que las obras de Piña Mora, en Palacio de Gobierno, así como las de Leandro Carreón y Óscar Soto en el Paraninfo Universitario son casi de apreciación obligada para las personas que cotidianamente visitan los inmuebles para la realización de un trámite o su asistencia a algún evento artísticos, existen otras que no corren la misma suerte, como el ya mencionado trabajo sobre ganadería.
RECIBE LAS NOTICIAS DE EL HERALDO DE CHIHUAHUA DIRECTO EN TU WHATSAPP, DA CLIC PARA SUSCRÍBIRTE
Por ejemplo, a la vista de todos, pero ignorado por casi todos, se puede hablar del mural “La revolución constructiva”, de la autoría de uno de los grandes maestros de este arte de gran formato, Jorge González Camarena.
Incluso, una enorme cantidad de chihuahuenses batallará para decir la ubicación exacta de una obra cuyos metros cuadrados (aproximadamente 200) son paradójicos en cuanto a pasar desapercibida a la vista pública.
Y es que semejante trabajo es “visitado” por cientos, sino es que miles de personas, que diariamente entran a la famosa Clínica Morelos del Instituto Mexicano del Seguro Social… y pasan de largo sin ya siquiera percatarse de una de las labores más hermosas del mencionado muralista.
Empero, “La revolución…” aún puede decirse que está a la vista de todos. Si de murales verdaderamente olvidados se trata de hablar, tendremos que remitirnos de nueva cuenta a Leandro Carreón… y los que dejó como herencia en las antiguas instalaciones de la estación de Ferrocarriles Nacionales de México.
Ahí donde termina la avenida División del Norte, y a un costado de la Clínica de Ginecobstetricia del Seguro Social, en el citado edificio actualmente cerrado al público, existen esas obras a la espera de su rescate.
Incluso, hace ya casi seis años, el Comité para la Defensa del Patrimonio Cultural Ferrocarrilero, inició un movimiento encaminado a lograr que el salón de la antigua estación de los Ferrocarriles Nacionales de México fuera abierto al público a fin de disfrutar de los hermosos murales cuyo temas primordiales son también la ganadería y el trabajo del chihuahuense.
Desde que fue concesionada la operación de los ferrocarriles, el enorme salón fue cerrado al público, quedando aislado el mural propiedad del pueblo de Chihuahua. Se hizo ese intento de rescate, pero hasta la fecha no ha habido una acción concreta por parte de alguna autoridad cultural o comité ciudadano.
Te recomendamos: