A las 9:30 de la noche salió al escenario la agrupación “Caifanes” cantando el tema “Dioses ocultos”, para luego continuar con “Tortuga” y “Miedo”, causando sensación en sus miles de fans quienes hasta el momento continúan arribando al Teatro del Pueblo para disfrutar del concierto.
Es de destacar que en su sexto día de eventos en este centro de espectáculos es la primera vez que se llena la zona, la cual tiene capacidad para 25 mil personas, donde en su mayoría se puede apreciar que son de las generaciones que crecieron junto con la agrupación.
Hasta este momento, es posible que ya la cantidad mencionada es la que se encuentra en las instalaciones del Teatro del Pueblo, ya que el género del rock sí predomina en Chihuahua, sin embargo, no es notorio debido a que son escasos los eventos que se llevan en la ciudad.
Y cuando hay oportunidad de que se presenten este tipo de conciertos el poder de convocatoria es impresionante, eso se está demostrando ahorita con la presencia de los fans de “Caifanes”, quienes a lo largo de 36 años de trayectoria han logrado tener cautivos a sus millones de simpatizantes.
Desde temprana hora, aproximadamente desde las 5 de la tarde, la gente empezó a llegar a la Feria Santa Rita para ocupar un lugar frente al escenario y por supuesto empezar a tomar videos y fotos, como se está haciendo ahorita, donde algunos hasta están transmitiendo en vivo.
Entre el público se pudo apreciar bastantes parejas que iban con un look muy propio a la ocasión, vestimenta negra, con accesorios de metal, quienes oscilaban entre los 45 a 55 años de edad, de igual manera también gente joven está disfrutando el show, pero predominando las generaciones de los 80 y 90.
Cabe señalar que se tenía programado el arribo de miles de simpatizantes de “Caifanes” por lo cual, en esta ocasión quitaron la zona donde estaban mesas y sillas, zona que la gente ha ocupado en anteriores espectáculos para ver cómodamente el espectáculo, hoy no fue así.
La banda continúa interpretando sus éxitos y la multitud se encuentra eufórica, donde algunas mujeres están sentadas en los hombros de sus compañeros para visualizar más ampliamente el escenario, haciendo con las manos las clásicas señales que usan los roqueros.