La comedia también es un poco para incomodarnos y ponernos a pensar, dijo Michelle Rodríguez a Gossip antes de su show “Sin etiquetas”, el martes en el Teatro de la Ciudad, donde no sólo hizo reír con su rutina, sino que mostró sus dotes vocales al cerrar la velada interpretando “Amor prohibido” de Selena.
RECIBE LAS NOTICIAS DE EL HERALDO DE CHIHUAHUA DIRECTO EN TU WHATSAPP, DA CLIC PARA SUSCRÍBIRTE
“A través de este tipo de conexión que hacemos con la gente, la risa, esta complicidad, la identificación, creamos también reflexión para que se lleve un poco de tu manera de ver la vida”, dijo la actriz.
Y nunca ha recibido reclamos, sólo comentarios de gente que se identifica con sus personajes o con el discurso que lleva como bandera.
“Porque hablo meramente de mí, mis defectos, mis virtudes, las vicisitudes de la vida, con las que muchos pueden conectar, es nada más una manera de plantear una situación. Especialmente con Toña (40 y 20) se identifican por esta complicidad que se genera con el patrón, les gustaría llevarse como ella con su jefe”, dijo.
Y es que chavas y señoras se sienten motivadas por esta mujer independiente, sin prejuicios, sin filtros, “que puede decir y hacer lo que quiere, decidir de su cuerpo, tener un novio o dos, tiene un trabajo fijo. Eso nos hace cuestionarnos qué estamos haciendo o qué queremos hacer”.
Para Michelle, la comedia es más que una palabra altisonante, un tema escatológico o una frase que dé risa, “son situaciones, juegos de palabras, eso genera también la picardía mexicana, no nada más las groserías, en el escenario no las digo porque mi comedia viene desde otro lugar. Doble sentido, sí, sólo lo dejo ahí, si tú entendiste lo que entendiste, tú lo resuelves”.
Sin embargo confiesa que sí las dice en la vida diaria, pero no critica la comedia de los demás, “cada quien tiene un discurso, su manera de decir las cosas y si las groserías les funcionan está bien”, afirmó.
Originaria de Xochimilco, Michelle ama desde niña las tradiciones mexicanas, la cultura, las fiestas, las costumbres, la ropa, la comida.
“Cuando conocí la Flor Más Bella del Ejido me enamoré, porque proponía a chicas que vinieran a decir su punto de vista, que fueran escuchadas y se convirtieran en embajadoras culturales, eso me llamó la atención y me inscribí en 2005”.
No ganó, pero en 2006 hizo el documental “Una flor sueña”, que está en YouTube y varias exposiciones fotográficas.
“Participar en la flor ha tocado mi vida, he conocido mujeres de todo tipo, he dado capacitación. Este certamen es un foro abierto donde las niñas hablan de lo que piensan y necesitamos espacios así, no sólo para que se expresen, sino para que sientan esa necesidad de expresarse”.
Alan Valles y Ricky Núñez abrieron el show de la capitalina, quien les advirtió que cuando no hay trabajo hay que generarlo.
“No dejen de escribir, sigan preparándose, es muy trillado, pero esta carrera es de resistencia, no tiene que ver con una connotación negativa, cuando haces lo que te gusta no te cansas y si te cansas, no te rindes. Cuando te gusta no es trabajo, el trabajo es todo lo demás”, les aconsejó.
Te recomendamos: