El colectivo Proyecto Azul inaugurará su exposición “De barro y corazón somos todas”, este viernes 15 de noviembre a las 19:00 horas en el Museo Tarike.
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Esta muestra es una versión aumentada de “De barro y corazón estamos hechas”, que ocupó la Sala “Bertha Falomir Ruiz” de Plaza Cultural Los Laureles del 4 de junio al 31 de julio.
El colectivo está formado por Rosa Elvia Estrada, Sonia Flores, Graciela García, Patricia Ortiz, Martha Ramos, Marina Sigoña, Adela Solís, Mercedes Torres, Lupita Varela y su mentor, José Lucero.
Proyecto Azul rindió un homenaje más a la pintora mexicana en la víspera del 65º aniversario de su fallecimiento, con “Réquiem por Frida”, el 12 de julio, también en Los Laureles, donde hubo poesía, teatro y artes plásticas.
En esta ocasión presentarán 15 piezas originales en óleo, acrílico, mixta, scratch y otras técnicas, conservando su estilo propio, ya sea estético, figurativo, geometrizado, realista u otro.
Entre otras, “Rosa de dos aromas” de Patricia Ortiz, “Tres tiempos, muchos sueños” de Rosa Elvia Estrada, “Sin fronteras” de Graciela García, “Vínculos de comunicación” de Martha Ramos y “Danza de íconos” de José Lucero.
La exposición en Los Laureles fue muy bien recibida desde su apertura, “lo bonito fue que siguieron yendo los demás días. Fue muy aceptada y el réquiem tuvo mucha participación del público. Llevamos más obra y se adornó todo muy ad hoc, fue muy interesante porque Liz Mirel Cázares leyó cartas de Frida y en vez de vino de honor dimos tequila, como le gustaba a ella. Y en esta exposición va a haber una sorpresa, queremos hacer cosas nuevas en cada una”, dijeron.
De acuerdo con Mercedes, Frida marcó pautas para su época, “fue líder a pesar de sus limitaciones, hizo siempre lo que le dio la gana, desde jovencita. Nada de que las mujeres no iban a la universidad, ella iba, se truncó por el accidente que tuvo. Era muy libre en sus decisiones, tanto en la vida sexual, como en la pintura. Se pintaba ella misma, no buscaba otros temas, decía que no pintaba sueños, sino su propia vida. Incursionó en la poesía y en la política, era socialista, defendía y participaba, y sigue trascendiendo”.
Además “impuso una moda internacional con su atuendo de tehuana, se vestía así porque le gustaba a su marido y además para tapar un poco su discapacidad. Ahorita está en auge (esta moda), es un boom”, señaló Graciela.
“De barro y corazón somos todas” permanecerá por dos semanas en el Museo Tarike, ubicado en la calle 4ª 2610, en el centro de la ciudad.
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