Todo un reto, "El complot..."

Habla director de la cinta sobre las vicisitudes para hacerlo

Aracely Sánchez Ruiz

  · martes 16 de abril de 2019

El realizador “incomodó” a muchos famosos

A punto de estrenarse “El complot mongol”, cinta basada en la novela homónima de Rafael Bernal, considerada fundacional del género negro en la literatura mexicana, el guionista, director y productor Sebastián del Amo charló con Gossip sobre este importante proyecto en su vida.

“Es una de mis novelas favoritas, siempre tuve gran inquietud de hacer algo con ese texto, cuando presenté mi primera película en 2012 (El Fantástico Mundo de Juan Orol) en el Festival de Guadalajara ya llevaba ‘El complot…’ bajo el brazo”, reveló.

En su camino se cruzó “Cantinflas”, que lo mantuvo ocupado dos años, pero retomó el proyecto hace tres, no sólo como director y guionista, sino por primera vez como productor.

“El complot…” ha tenido muchas adaptaciones: la película de 1977 con Pedro Armendáriz, Blanca Guerra, Ernesto Gómez Cruz, Noé Murayama; una radionovela de Radio Educación; hasta una novela gráfica publicada por el Fondo de Cultura Económica.

“Mi adaptación es una más, muy diferente de las otras, quise rescatar el espíritu tragicómico de Filiberto García (personaje). Es característica primordial de la obra, que más allá de ser una típica novela negra, es muy entretenida al leerla. Por eso tomé decisiones en la puesta en cámara, la intencionalidad de hacer que el público se vuelva cómplice de Filiberto”, señaló.

El cineasta indicó que el éxito del casting fue invitar a actores a hacer papeles radicalmente diferentes a lo que normalmente les ofrecen: Bárbara Mori, como una china; Eugenio Derbez y Javier López, “serios”; Moisés Arizmendi nunca había hecho de ruso; Ari Brickman, de agente del FBI.

“A todos los saqué de su zona de confort (…) para todos, un gran reto actoral sumamente atractivo, por eso se involucraron en el proyecto”, afirmó.

Otro reto para Del Amo fue ser fiel al espíritu de la novela, que tiene mucho fan de hueso colorado; pero hubo un desafío más: “Conciliar las agendas de actores tan importantes y atareados; tuve suerte, pero fue un lío”, manifestó.

Como ejemplo citó a Eugenio, quien estaba ocupadísimo filmando con Walt Disney y por irse a Australia. Sólo podía darle tres días, pero con ocho meses de antelación, por lo que debió construir todo el rodaje en función de esas jornadas, si no, lo perdía. “Con otros intérpretes no fue tan complicado, pero no dejó de ser un lío”, reiteró.

Sin duda, la anécdota más llamativa se dio el último día de filmación, 19 de septiembre de 2017, “estábamos esperando la camioneta para irnos a filmar por Xochimilco, y tembló. “Quedamos impactados viendo las noticias. La camioneta se tardó dos horas y llegamos al foro tras cuatro horas de trayecto. Estaban los actores, una cámara, una pistola, un coche que necesitábamos. Dijimos: ¿Qué hacemos? Acabamos la película. Y la acabamos. La decisión fue ¿vemos las noticias, dimensionando la tragedia, o intentamos normalizar nuestras vidas y hacemos lo que sabemos? Decidimos seguir adelante”, señaló. (Continuará mañana)

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