Dos años les llevó a los artistas elaborar todos los pasajes representados en esta colección, donde el único requisito era que todos los personajes fueran calaveras. Cada cédula contiene el título y descripción del pasaje histórico, autor, técnica y la línea del tiempo.

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El recorrido comienza con la locomotora que “arrastra” el primer carromato de madera -recordando aquellos tirados por caballos-, que lleva a los precursores de la Independencia, luego viene la conspiración, la rebelión de Dolores, la toma de la Alhóndiga de Granaditas, el fusilamiento de Hidalgo, Morelos, el Ejército Trigarante, la firma del acta de Independencia, la Constitución de 1824, Guadalupe Victoria, la defensa de San Juan de Ulúa, Santa Anna, la guerra con Estados Unidos, la Ley de Desamortización, el Tratado de Guadalupe Hidalgo, la Constitución de 1857 y Benito Juárez.

A partir de 1861, cuando Juárez otorgó la concesión para el ferrocarril México-Veracruz, las escenas aparecen sobre plataformas de tren.

Aquí siguen la Batalla de Puebla, Maximiliano, restauración de la República, Porfiriato, Los científicos, la huelga de Cananea, el centenario, la fundación de la Universidad Nacional de México, Tierra y Libertad, Madero, Carranza, Villa y Zapata, Constitución de 1917, creación de la Secretaría de Educación Pública y el asesinato de Villa.

En el último vagón aparece una enigmática soldadera bajando del cabús, evocando una de las fotografías más famosas de la Revolución Mexicana; seguida del armón, conducido por Hidalgo y Morelos.

“El tren de la Historia” ocupa las dos salas temporales de Casa Redonda, mientras que en su sala del sitio cuenta la historia del ferrocarril en chihuahua, a través de fotografías, herramientas del conductor, esquemas, réplicas en miniatura y una gran maqueta de la mesa giratoria, entre otros objetos.

¡No dejes de visitar esta interesante exposición, pero apúrate que le quedan pocos días!

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