Las medidas de limpieza e higiene recomendadas por el sector salud se siguen rigurosamente en nuestra bella Catedral Metropolitana, donde cada determinado tiempo se desinfectan pisos y bancas, para protección de los visitantes.
Según la afluencia de feligreses que ingresan al citado templo, empleados se encargan de limpiar el mobiliario, los pisos y todos aquellos objetos que puedan entrar en contacto con la gente.
En esta etapa de la pandemia en que se ha permitido la apertura de los centros religiosos y de culto, es de vital importancia que se sigan todas las medidas de sanidad para no contraer el virus.
Ahora que estamos de regreso en semáforo naranja, estos espacios se mantienen abiertos con un aforo permitido de 30% de su capacidad y siguiendo las reglas básicas de sana distancia y uso de cubrebocas.