Hace 25 años era una locura y era raro que acudieran espectadores. Hoy el Festival de las Tres Culturas tiene eventos masivos y llenos totales en música, pintura y cualquier modalidad.
Es lo que se observó en la presentación de Vino Tinto y el Quinteto Sonata, que incluso cautivó a los pequeños que asistieron y a los que estuvieron de pie en un repleto Espacio Cultural Águeda Lozano que tuvo insuficiencia de sillas para los asistentes.
Víctor Solorio y Karina Ordóñez son los que encabezaron el evento y que realmente dejaron con buena impresión a la asistencia con su magistral desempeño en la guitarra clásica y en el violín, respectivamente.
Primero se puso al escenario el maestro guitarrista Víctor Solorio, quien después de tres melodías dio paso a Karina Ordóñez en esta dupla que trajo a los clásicos a este espacio como parte del Festival de las Tres Culturas.
Posteriormente se integraron en el quinteto para con cuerdas y aires lograr interpretaciones de los clásicos Beethoven, Mozart de una manera magistral como para mover los dedos entre el público.
Como lo expuso César Chavira, ex presidente municipal que fue el iniciador de este festival hace 25 años, en aquellos tiempos era difícil que asistiera un público que llenara estos espacios y que ahora se están viendo los resultados de contar ya con un cuarto de siglo.