Durante este ciclo agrícola se proyecta atender a mil 400 niñas, niños y adolescentes en los 29 centros educativos que se encuentran en los campos agrícolas en Chihuahua, así lo informó la Dirección de Atención a la Diversidad y Acciones Transversales de Servicios Educativos del Estado de Chihuahua.
En el estado de Chihuahua se ofrece, a la fecha, atención en educación básica a niñas, niños y adolescentes, hijos e hijas de familias de jornaleros agrícolas migrantes, en 18 municipios, donde se ubican la mayor parte de campos agrícolas con producción a gran escala, como son: Ahumada, Cuauhtémoc, Guerrero, Namiquipa, Delicias, Meoqui, Camargo, Rosales, Saucillo, Jiménez, López, Ojinaga, Buenaventura, Galeana, Nuevo Casas Grandes, Casas Grandes, Janos y Ascensión.
En total se cuenta con 29 centros educativos, los cuales ofrecen 59 servicios de preescolar, primaria y secundaria, con una plantilla de 48 docentes.
La atención se ha complicado debido al retiro de programas y apoyos hacia esta población, pues en algunos casos los albergues han cerrado y las escuelas operan en espacios prestados.
El ciclo escolar para la atención de esta población se ha flexibilizado, con la intención de que nadie se quede sin escuela; inicia en marzo y culmina en noviembre, pero además se les recibe en cualquier momento. Esto provoca que se tenga mayor inscripción durante los meses de julio, agosto y septiembre, que son los meses de más afluencia de jornaleros migrantes en la entidad.
Cabe mencionar que los centros escolares se han instalado en las cercanías de los campos agrícolas, por lo que una cantidad funcionan en aulas móviles, algunos otros en espacios proporcionados por los ejidatarios y otra parte en aulas ubicadas dentro de los inmuebles conocidos como albergues PAJA. Lo anterior implica que mayoritariamente los centros educativos se encuentren alejados de centros urbanos y cabeceras municipales.
En el entendido de que proveer de educación a los NNA migrantes es obligación del Estado Mexicano, según se contempla en la Constitución, el Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de Educación y Deporte, por conducto de los Servicios Educativos del Estado de Chihuahua, ha venido desarrollando este servicio desde 2008, el cual en 2014 se integró junto con Educación Indígena y Educación Especial al Programa para la Inclusión y Equidad Educativa (PIEE), siendo éste el que le da sustento programático y apoyo financiero.
A ello se suman a las aportaciones en especie y recursos humanos que sustenta la administración estatal. Las escuelas para NNA migrantes han sido también beneficiarias de recursos de diferentes programas, como Escuelas de la Reforma, Escuelas de verano y otros.
Los jornaleros agrícolas migrantes que arriban a nuestros campos agrícolas son en notoria mayoría personas que pertenecen a pueblos originarios. Se calcula que un 50% proviene de la sierra de Chihuahua y pertenecen a la etnia rarámuri; el otro 50% viene de estados del sur del país como Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Puebla y Estado de México; todos ellos hablantes de sus idiomas originarios.
Lo anterior produce un fenómeno de convivencia multicultural que se refleja en las aulas, con frecuencia los maestros deben atender a la vez alumnos hablantes de rarámuri, mixteco, zapoteco y otros más, lo que hace más compleja la labor de enseñanza, pero no por ello se abandona la tarea.
Ante ello la Dirección de Atención a la Diversidad y Acciones Transversales de SEECh, por medio de su cuerpo académico, se encuentra desarrollando un modelo educativo inspirado en las necesidades educativas de la población migrante, el cual se encuentra en sus fases de diseño y piloteo, con el propósito de ofrecerles una educación que efectivamente aporte a su desarrollo humano.
En este universo, se recibió en este 2019 la noticia de la desaparición del Programa de Atención a Jornaleros Agrícolas PAJA de la anterior Sedesol, lo cual ha traído consecuencias muy negativas, al menos para la atención educativa de los NNA migrantes, ya que al desaparecer el PAJA dejaron de proveerse de subsidios a los municipios y éstos a su vez cerraron los albergues donde funcionaban las escuelas, incluso se les ha negado a los maestros el acceso hasta para sacar materiales didácticos. Sin embargo se han ido ya abriendo algunos, pero hasta hoy permanecen cerrados la mayoría y por tanto las escuelas han tenido que operar en espacios alternativos.
En este caso SEECh considera que se ha carecido de la sensibilidad suficiente para comprender que sobre cualquier circunstancia, debe prevalecer el interés superior de la niñez y que el derecho a la educación es irrenunciable, así como el derecho a la alimentación, a la salud, a la vivienda y otros más que son fundamentales.
Respecto a los recursos federales de Bienestar, la representación en Chihuahua acaba de anunciar que se podrá contar con un fondo de $75 millones para apoyar a los jornaleros agrícolas.
Las acciones que ha planeado la SEYD para la atención educativa de la niñez migrante continúan adelante. Los docentes han sido capacitados y son retroalimentados por el personal de asesoría académica; se han entregado materiales didácticos y útiles escolares a todos los centros educativos; alumnos de los centros educativos migrantes de la región occidente participaron en el Parlamento Infantil de Cuauhtémoc el mes pasado; el modelo de atención educativa al universo migrante de Chihuahua se encuentra en fase de piloteo y diseño, en unas semanas más se estará distribuyendo el material de apoyo para este efecto; durante los meses de agosto, septiembre y octubre se llevarán a cabo las actividades del programa de revaloración cultural migrante.
Asimismo se han iniciado las acciones para mantenimiento de los planteles que lo requieren.
La meta es cumplir con el propósito de brindar educación de calidad a una infancia que por sus condiciones de ser migrante, de ser indígena y ser fuerza laboral, es triplemente vulnerable.