A menos de un mes de que los productores chihuahuenses arranquen el ciclo agrícola primavera-verano 2021, la capacidad de presa Las Vírgenes es de apenas 18 por ciento; por otro lado, La Boquilla está a un 31 por ciento y El Granero a la mitad, según datos de Comisión Nacional del Agua (Conagua)
Atrás quedó el año 2020, donde la sequía en el estado de Chihuahua se conjuntó con el conflicto por la entrega que debía hacerse de líquido a los Estados Unidos como parte del Tratado de Aguas firmado en 1944; sin embargo, entre la pelea de los agricultores norteños y el gobierno federal por la apertura de válvulas, la capacidad de las presas quedó mermada.
Y es que, por poner un ejemplo, la Conagua autorizó un volumen de 385 millones de metros cúbicos para los distritos de riego 113 (Alto Conchos) y 005 (Delicias), para el ciclo agrícola marzo-septiembre, lo cual en el mejor de los casos alcanzará para cubrir el 35 por ciento de lo contemplado en sus concesiones para cubrir las casi 80 mil hectáreas de superficie, lo que compromete su producción, señalaron los mismos agricultores el pasado mes de enero en una reunión con autoridades estatales.
Desde diciembre del 2020, productores señalaron que este volumen sólo permitiría irrigar tres de cada 10 hectáreas, además de prever que algunos probablemente tendrían que comprar derechos de agua si es que querían mantener huertas de nogal y sembradíos de alfalfa.
Cabe señalar que para la distribución del agua existe un orden de prelación, donde se privilegia en primer lugar el consumo humano seguido del pecuario (ganadería), luego viene el agrícola que se subdivide en el de cultivos perenes como frutales o forrajeros y anuales (como el maíz) y finalmente el líquido que va dirigido a actividades industriales.