Actualmente existe persecución religiosa en 38 países del mundo, pero existe una persecución invisible, pero bien preparada, de la que nadie habla, por parte de medios y grupos de feministas o abortistas en las universidades y en las iglesias, informó Dominik Kustra, laico misionero de origen polaco que forma parte de la asociación mundial Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
Su trabajo como misionero laico lo trajo a México y desde aquí trabaja actualmente para apoyar a la Iglesia en Venezuela, la cual pasa por un momento de crisis por la persecución que emprendió el presidente Nicolás Maduro a todo aquél que se atreva a señalar los errores del gobierno y el hambre que pasa el pueblo venezolano.
En entrevista para El Heraldo de Chihuahua, Dominik quien habla perfectamente el español, habló de las vejaciones que viven los católicos en Venezuela, Irak, China y Nigeria, pero también sobre una persecución de la que nadie habla y se está tornando sumamente agresiva y lo más grave es que ningún medio de comunicación habla sobre ella.
¿Existe persecución religiosa en Europa?
Quien piensa que en Europa existe libertad religiosa y de expresión por tratarse de países de primer mundo, está equivocado y Dominik Kustra lo demuestra al dibujar el panorama que existe en aquella parte del mundo. El entrevistado, quien es de origen europeo, manifiesta que “abiertamente no hay una guerra declarada abierta, oficial o demostrada” hacia el catolicismo, pero estudios de la ACN demuestran que existe persecución de baja intensidad, como el que realizan los medios de comunicación, quienes atacan a la iglesia sin ningún argumento o el que existe en las universidades.
A esta persecución silenciosa forman parte los grupos de feministas o proabortistas, quienes atacan a la Iglesia y a los católicos por no coincidir con lo que ellas defienden al grado de escupir, golpear a los católicos o dañar los templos, algunos de ellos son parte del Patrimonio de la Nación de la Humanidad.
“Los católicos europeos no tenemos miedo a los musulmanes, no tenemos miedo de entrar a una iglesia y que vaya a explotar una bomba o nos vayan a acuchillar por nuestra fe, sino a la persecución invisible, pero bien preparada, hacia la Iglesia católica o los sacerdotes por los grupos feministas o proabortistas”.
MINORÍAS QUE HACEN MUCHO RUIDO
Kustra manifiesta que los grupos minoritarios a los que forman parte las feministas o proabortistas, junto con todos los que apoyan la ideología de género, son minorías, pero hacen tanto ruido que parece que todo el mundo está apoyando este tipo de cosas, pero no es así.
“A mí me llamó mucho la atención cuando en el Estado de México se aprobó el matrimonio entre homosexuales y dos periódicos de circulación nacional, hicieron una encuesta en su Twitter, si estaban a favor o en contra y en uno el 63% dijo que no y en el otro fue el 59%, eso quiere decir que gran parte de la sociedad no está a favor de estas cosas, sino que estos gritos e incluso agresiones, porque llegan a escupir o golpear, pueden más que las opiniones de la mayoría”.
Remarca el entrevistado que estos grupos exigen respeto, pero existen casos, uno en especial, donde un grupo de feministas entraron a la Iglesia y echaron orines al sacerdote o queman las puertas e incluso rayan las pareces de estos recintos que son ya Patrimonio de la Nación o de la Humanidad en algunos países.
Citó unos videos que circulan en YouTube, donde personas rezan el rosario a las afueras de una clínica abortista y de pronto llegan proabortistas golpeando a esta gente insultando y escupiendo.
“Somos gran mayoría, pero a veces cobardes, no sabemos expresar lo que realmente pensamos, tenemos miedo, los católicos cada vez tenemos más miedo y vergüenza”.
Añadió que en una universidad de México, se acercó un alumno y le manifestó que si en su salón abre la boca y dice que está en contra del aborto y los matrimonios gay, todos sus compañeros se lo comen e incluso los que piensan igual que ella le van a gritar, porque hoy es la moda.
EN MÉXICO LA EDUCACIÓN ES LAICA, PERO NO LO ES
Dominik señala que en México la educación es laica, por lo tanto está prohibido hablar de Dios o la religión en las aulas, pero también significa que no se debe hablar de Dios, ni positivamente ni negativamente.
“Por ejemplo a mí no me pueden invitar a un colegio público a hablar de la catequesis para los niños, pero tampoco un profesor puede hablar contra Dios y hay casos aquí donde se insulta a las alumnas y a la Virgen de Guadalupe, diciéndoles pendejos e imbéciles a los alumnos que decían que iban a la iglesia por los maestros de prepa”.
Tiene registro de maestros que entraban a las aulas a dar su materia, pero dedicaba el tiempo a hablar mal de la Iglesia, hasta que los mismos alumnos acudieron con el director para externar su queja para expresarle que si van a hablar de la Iglesia, era bien y mal o no se hablaba.
“El maestro sí tenía derecho de criticar la fe, a los sacerdotes y a la Iglesia y el que quiere hablar bien, no lo puede hacer”.
EXISTEN MALOS SACERDOTES, PERO SON MÁS LOS BUENOS
“No negamos que existen malos sacerdotes, pero los buenos son más y ellos no salen en los medios, aquí mismo he visto un ejemplo, en los medios aparece el padre que abusó de un menor, pero cuantos medios en México y en el mundo dieron a conocer del proceso de canonización de un misionero católico de nombre Pedro Manuel Salado, que en Ecuador dio la vida salvando siete niños de morir ahogados en el mar, sacó uno por uno y con el último se quedó sin fuerzas y ya no pudo salir”.
Remarcó que ningún medio sacó la nota de este misionero español, a pesar de su heroísmo y la noticia debería de ocupar las primeras portadas de los periódicos, pero cuando es al revés todos los medios ocupan la noticia a ocho columnas.
“Hoy faltan estas buenas noticias, porque pones la tele en las noticias y de 12 noticias, ocho son para llorar y deprimirse, perder toda la fe en el mundo y en el futuro porque agobian, pero si sacamos el punto negro de toda la hoja, nos queda una hoja blanca, pero no sabemos mostrar esta hoja al mundo”.
Este mes de octubre la Iglesia católica lo dedica a los misioneros y cada vez hay más jóvenes laicos que dedican su vida a la misión, hoy deberíamos mirar a estas personas y ser misioneros donde estamos e nuestro propio ámbito laboral, escolar, primero construir la paz y la caridad desde nosotros mismo y luego hacia los demás.