El suicidio de un hombre horas después de que se enterara de que el pequeño Rafita había despertado del coma, y que aparecía como quien planeó el secuestro y brutal agresión del niño fue uno de los motivos por los cuales las acusaciones contra otros dos supuestos implicados se cayeron y propiciaron el fallo absolutorio a su favor, esta semana.
Según las indagatorias, en octubre del año 2016 agentes investigadores ya habían localizado al principal agresor, sin embargo al estar en su búsqueda se encontraron con que el sujeto -de quien la fiscalía ha reservado identidad-, se había privado de la vida, y por lo tanto nunca estuvo en custodia ni pisó la cárcel; para las autoridades fue claro que el motivo de su decisión fue claramente evadir la justicia.
Posteriormente la dependencia tuvo información sobre la participación de otros dos sujetos, los cuales fueron presentados en febrero del 2018 como los autores de la agresión bestial.
Sin embargo fue esta semana cuando se determinó que a criterio de los juzgadores, no se encontraron pruebas suficientes que sustentaban cuál fue su participación individual en los hechos, cosa que no pudo acreditar el Ministerio Público.
Como en este caso hay cientos o quizá miles en los cuales los agentes investigadores realizan detenciones de grupos, pero al no especificar la participación específica de cada uno, éstos obtienen su libertad
Cabe mencionar que el 11 de septiembre del 2016, cuando Rafita fue localizado en un predio de la colonia Jardines de Oriente, también fue detenido su padrastro, como supuesto responsable, sin embargo la fiscalía determinó que éste no participó en los hechos.
La Fiscalía General del Estado había informado sobre la responsabilidad plena de dos sujetos en su calidad de partícipes y en el comunicado de prensa enviado a medios de comunicación el 20 de febrero del 2018, se asentó: “Derivado de los trabajos efectuados por la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Sexuales y/o Contra la Familia de la Fiscalía de Distrito Zona Centro, se logró la captura de Andrés G.C. y Adrián Eduardo T.M., probables responsables de la agresión del menor Rafael Alejandro”.
“Fue el pasado 10 de septiembre de 2016 cuando la madre de la víctima acudió a esta representación social para dar parte a la autoridad sobre la ausencia del niño de 10 años de edad; por lo que de inmediato se activaron los mecanismos de búsqueda y localización a través de las diferentes diligencias ministeriales”.
Las primeras indagatorias determinaron que el menor fue visto la última vez en las calles Parque Altamira y Parque Peñalba; sin embargo, horas después, éste fue localizado en una brecha que conduce a las colonias Jardines de Oriente y Camino Real, donde se encontró severamente lesionado al borde de la muerte, lo cual propició a que estuviera 21 días inducido en coma”.
Agentes del Ministerio Público, policías de la Agencia Estatal de Investigación, analistas y peritos llevaron a cabo los trabajos, estudios y análisis para obtener información correspondiente al hecho; aunado a ello, se le brindó el apoyo necesario a la víctima y ofendidos del delito, se lee en la nota de prensa.
“Dentro de las diligencias, destacan el levantamiento de evidencias en el lugar en donde fue localizado; cientos de entrevistas a familiares, amigos y allegados; estudios del modo, tiempo y lugar; realización de un esquema en el que se recreó las actividades realizadas por el menor y las personas con las que tuvo contacto en las últimas horas”.
Con el apoyo de analistas, los agentes adscritos a esta Unidad Especializada obtuvieron periciales victimológicas y perfiles criminales a través de los cuales se logró obtener una línea de investigación más sólida y una probable perfilación de los presuntos responsables.
Una vez que el Rafael despertó de coma, se realizó un acompañamiento por parte de agentes del Ministerio Público, policías investigadores y psicólogos, quienes generaron empatía durante varios meses para obtener información directa del afectado.
Sin descuidar la investigación de campo, se continuó con la realización de varios rastreos, periciales geográficos y de criminalística, por la zona en los que sucedieron los hechos.
Tras un año de investigación, se obtuvo información y datos claves, los cuales determinaron que el menor fue privado de la libertad por dos sujetos, quienes lo mantuvieron en un domicilio de la misma colonia, donde lo agredieron sexualmente, lo ataron de pies y manos, lo golpearon con un bate y puños e incluso intentaron asfixiarlo y finalmente, lo abandonaron en un terreno baldío.
Con base a las evidencias recopiladas y la autorización del morador del domicilio donde cometieron los hechos que ratificó ante un juez de Control, la vivienda fue cateada, la cual coincidió que, en dichas fechas, estaba deshabitada y fue robada por varios sujetos.
Con las características físicas de los imputados e información relevante, se obtuvo el retrato hablado de uno de los agresores, que fue determinante para vincular los datos en los sistemas informáticos de la fiscalía y el pleno reconocimiento fotográfico de los agresores por parte de la víctima, logrando establecer que los probables responsables son miembros de la pandilla “Yarderos”, que opera al sur de la ciudad.
Con la identidad obtenida y libradas las ordenes de aprehensión correspondientes, se implementaron diversos operativos de búsqueda y localización de los sujetos, quienes fueron detenidos hace unas horas por elementos de la Agencia Estatal de Investigación de manera simultánea en distintos puntos de la ciudad de Chihuahua, finaliza el documento.
Te puede interesar: