Mediante un proceso abreviado, un joven que aceptó su culpabilidad en el asesinato de dos mujeres en el año 2011, fue sentenciado por un juez del Distrito Judicial Benito Juárez a pasar 30 años de prisión.
El implicado había sido capturado en el año del 2013 en Morelia, Michoacán, donde trabajaba como mesero en un hotel y fue evidencia de sangre encontrada en su vehículo la que delató su responsabilidad.
La Fiscalía Especializada de la Mujer Zona Occidente refirió que los antecedentes de la investigación establecen que el sentenciado llevó a las víctimas hasta una brecha en la vialidad Venezuela a la altura de las Quintas Lupitas, donde las golpeó con un objeto contuso y las apuñaló en repetidas ocasiones, para posteriormente abandonar los cuerpos a un costado del periférico Gómez Morín.
La indagatoria ministerial determinó que el agresor mantenía una relación de amistad desde hacía tiempo con las víctimas y que la madrugada del 7 de junio del 2011 las atacó sin motivo aparente.
Diez días después de los hechos, la FEM ejecutó una orden de cateo en su domicilio logrando asegurar un vehículo de marca Nissan Tsuru, modelo 1992, donde se confirmó la presencia de rastros de sangre de una de las víctimas mediante la aplicación de luminol.
Luego de confirmar la identificación de Hermosillo Contreras como el presunto responsable, la Fiscalía de la Mujer mantuvo la búsqueda a nivel nacional por varios meses logrando capturarlo el 13 de noviembre del 2013 en la ciudad de Morelia, Michoacán, donde trabajaba como mesero en un hotel.
En el desarrollo del proceso seguido en su contra, el acusado se apegó a su derecho de solicitar sentencia a través de un procedimiento abreviado, lo cual fue tomado en cuenta por el juzgador para imponerle la penalidad mínima por el delito de homicidio calificado.
Dentro de la resolución emitida por el Tribunal de Control, se determinó que además de la pena, el sentenciado deberá cumplir con un pago de 86 mil pesos a favor de las familias de las víctimas.