Un monto superior a 5 mil pesos es lo que adeuda por concepto “consumo de agua potable” el domicilio de la calle 23 número 703, inmueble registrado en el cual ejerce consultas como cirujano plástico Arnoldo Corral Lozoya.
Corral Lozoya, quien se ostenta como cirujano plástico, enfrenta procedimientos administrativos por operar sin contar con carrera ni especialidad que lo avalen.
En un recorrido por el domicilio se puede apreciar herramienta, lonas y algo de material de construcción que al parecer fueron dejados repentinamente.
El recibo en el domicilio indica que el contrato por el servicio fue aperturado por Joaquín Tovar quien mantiene una deuda total de 5 mil 836 pesos, en tanto que el monto por el consumo mensual del periodo febrero-abril fue de 68 pesos.
Este periódico cuenta con una receta médica expedida por Corral Lozoya, donde aparece dicho domicilio de la colonia Santo Niño.
El supuesto doctor, “especialista en cirugía plástica”, presenta diversas cédulas profesionales, las cuales se encuentran registradas a nombre de otras personas, entre ellas un licenciado en Ingeniería en Sistemas Computacionales y un técnico en Enfermería.
La Universidad Autónoma de Nuevo León aparece como su alma máter, lo cual fue rechazado por dicha institución, pues el joven no cuenta con registros anteriores de operaciones o movimientos médicos.
El Colegio de Cirujanos Plásticos de Chihuahua aseguró que Arnoldo Corral ya se encuentra demandado ante el Departamento de Profesiones, así como ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), lo cual fortalece más el expediente de la regulación en el que se ha trabajado por meses.
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