Abandonar todo aquello que te rodea, decirle adiós a tu familia y dejar de lado el amor por la bandera nacional, son algunas de las acciones realizadas por millones de venezolanos que se han sumado al éxodo de la migración en los últimos años.
La precaria situación económica, social y política que vive Venezuela ha orillado a que miles de personas salgan de su país en busca de una mejor oportunidad de vida para ellos y sus seres queridos.
Algunos venezolanos se han establecido en territorio chihuahuense, pues los caminos de la vida los han traído hasta el “estado grande”, acogiéndolos como hermanos latinoamericanos y ofreciéndoles una digna calidad de vida.
En los últimos días el mundo entero ha sido testigo de un golpe esperanzador para el pueblo de Venezuela, pues de la mano de Juan Guaidó, presidente encargado, reconocido por múltiples naciones, los habitantes del país tricolor observan cómo la luz al final del túnel se hace presente.
Venezolanos chihuahuenses comparten sus experiencias de vida, su trayecto hasta llegar a la capital del estado y diversas opiniones ante la situación actual de su país de origen.
Andrés Curra, 25 años
“Lo que me ha dolido es la postura del gobierno mexicano”
Residente en Chihuahua desde hace 9 años, de los cuales los últimos 3 como mexicano naturalizado, Andrés llegó a México cuando aún era adolescente, pues por el trabajo de su padre realizó un radical cambio en su vida.
Al principio llegó a estudiar, después obtuvo la residencia permanente y actualmente ya tiene su vida hecha en Chihuahua. “La verdad se nos ha hecho mucho más fácil. Estoy agradecido con México por abrirnos las puertas y recibirnos de una cálida manera”, comenta el joven.
Según Andrés, Venezuela vive un momento histórico en esta situación tan difícil, pues ya son 20 años desde que comenzó el “Chavismo” y en los últimos días se ha visto el desarrollo autoritario de una manera más agraviante.
El éxodo masivo de los últimos años, según explica, donde aproximadamente 3 millones de venezolanos han abandonado su país gracias a los problemas políticos, sociales y económicos, como la seguridad, son algunos de los daños colaterales que ha tenido.
“Yo vivo en el extranjero, tengo tiempo sin ir a Venezuela porque nadie me puede garantizar que me sentiré seguro. En los últimos días salimos a las calles, aquí en Chihuahua, dimos una manifestación, estamos disponibles para apoyar la proclamación del nuevo presidente”, comparte el venezolano.
Andrés se muestra completamente en contra del régimen dictatorial de Nicolás Maduro, pues asegura que las elecciones del año pasado fueron ilícitas, realizadas de manera anticonstitucional.
“Nunca cierro la puerta de poder regresar a Venezuela, sin embargo mi vida ya está hecha aquí, en cuanto al trabajo, a mi vida profesional. Actualmente tengo mucha familia allá, todavía tenemos bienes y nunca cierro la puerta, finalmente es mi país natal y no lo dejaría a un lado”, asegura Andrés.
Como todo venezolano, Andrés tiene la esperanza de que las cosas cambien, han pasado muchos años, pero días como estos últimos son los que le dan la esperanza de que sí se puede un cambio. “Viene la época más dura para los venezolanos, pero hemos sabido sacarlo, la fuerza de vivir en el extranjero y la fuerza de salir adelante es siempre importante. Hemos desarrollado diferentes actitudes y la mayoría de los venezolanos están afuera en el extranjero echándole ganas, siempre para adelante”.
“Lo que me encanta de México es su gente, es muy alegre, nos han recibido muy bien. Es un país espectacular en cuanto a su comida y los lugares a visitar, estoy muy contento de poder estar aquí. La gente chihuahuense en muy cálida”, asegura.
Es tanto el cariño que Andrés siente por México, que ya su familia comienza a mezclarse genéticamente con los mexicanos, pues comenta emocionado el nacimiento de su sobrino quien es el primer mexicano de nacimiento de la familia Curra.
Ante la postura que el gobierno federal ha tomado hacia la situación venezolana, Andrés dice sentirse dolido, pues espera que su segundo país apueste por los derechos humanos. “Lo que me ha dolido es la postura del gobierno mexicano, ya que siguen reconociendo una dictadura, cuando México es un país democrático. No soy muy partidario de la entrada de Manuel Andrés López Obrador al poder, sin embargo uno siempre le desea lo mejor para el éxito del país, esperemos que las cosas se den y espero que nunca se convierta en una Venezuela porque aquí vivo y ésta también es mi casa”, finaliza.
Emmanuel García Lugo, 26 años
“Sueño todos los días con regresar a Venezuela”
En marzo de 2017 Emmanuel tomó la decisión de salir de Venezuela, emigrando a Perú por algunos meses para finalmente llegar a Chihuahua, donde actualmente tiene 10 meses.
Sus cuñados, quienes tienen aproximadamente 10 años viviendo en México, los ayudaron a él y a su pareja a asentarse en Chihuahua. “Aquí me siento muy bien, la gente es muy amable, a veces las personas sólo escuchan lo que sale en las noticias, pero en realidad no tienen idea de lo que pasa allá en Venezuela, siempre el chihuahuense muy amigable y estamos muy agradecidos con el pueblo de Chihuahua por habernos recibido de esta manera”, asegura Emmanuel.
“Principalmente salí de Venezuela por la crisis económica y de salud que hay, porque no había opciones para el desarrollo profesional. Trabajé como ingeniero siete meses después de que me gradué y el salario no me alcanzaba para nada, no podía ayudar a mi familia, no podía costear mis gastos. Te enfermabas y no había medicina en el país. Es una situación bastante caótica, la cual a final de cuentas es la que te impulsa a salir… en realidad tú no te quieres ir de tu país, pero te empuja toda la crisis que existe en Venezuela, principalmente salí para ayudar a mi familia”, comparte el venezolano.
Su sueño más grande es regresar a su país natal, pensar en volver a Venezuela es algo que estremece su sentir, pues asegura que el abandonar todo con lo que creció es muy fuerte, “incluso días antes de abandonar a mí país lo pensé, piensas en si es la decisión correcta o no, en si lo mejor es abandonar a tu familia, tu casa, perderte cumpleaños o las fechas especiales. Son muchos momentos, son pros y contras, emigrar no es para cualquiera, emigrar es para gente que quiere salir adelante, pero al final te gana la razón”.
“La idea es arriesgarte para poder salir adelante y creo que el estar aquí en Chihuahua fue la decisión correcta, ahora tengo un buen trabajo, estoy desempeñándome en mi profesión, ayudo a mi familia, he crecido profesional y personalmente y no me arrepiento de haber salido de Venezuela”, señala Emmanuel.
El joven de 26 años asegura que apoyar a Maduro es una decisión errónea, pues el estar a su favor es estar a favor de la violación a los derechos humanos.
Laura Belmonte, 44 años
“El problema de Venezuela es problema del mundo entero”
De familia migrantes y originaria de Argentina, Laura llevaba toda su vida viviendo en Venezuela hasta que el impulso por conseguir una vida digna para sus hijos la hizo salir del país en busca de oportunidades.
En abril se cumplen tres años fuera de Venezuela, pues principalmente abandonó su país por buscar una esperanza de vida para sus hijos, para brindarles un futuro próspero.
“Como mamá es difícil no poder brindarles a tus hijos una vida digna, ni siquiera una alimentación correcta, estando allá eso es lo que te mueve en busca de algo mejor para ellos”, indica la venezolana.
Laura asegura que la inseguridad es pan de todos los días, pues ella vivió en carne propia dos secuestros, el robo a su vivienda en dos ocasiones y el no poder llevar a sus hijos a sus actividades por miedo a que algo malo pasara. “El nivel adquisitivo ha bajo tanto que prácticamente la clase media ha desaparecido, debido a la situación económica del país. No tienes acceso ni siquiera a ahorrar porque el dinero se devalúa al instante, además que no puedes resguardar lo poco que tienes”.
Esta situación en Venezuela es algo que desata la búsqueda de mejorar la calidad de vida debido a que Maduro se ha mantenido en el poder de manera ilegal. Ya que se sabe que ha manipulado la parte electoral y no hay libertad, ni salida democrática para el venezolano.
Laura asegura que esta es la última oportunidad que tiene el pueblo venezolano, dentro de muchos años, para poder recobrar la libertad. “Es muy triste que por las situaciones que ha generado el gobierno tú como madre no seas capaz de brindarle a tus hijos la educación que quisieras darles. Tampoco se puede alimentarlos correctamente porque no hay con qué y eso que yo ganaba muy bien, no hablo de que ganaba el mínimo, ganaba mucho más y ni siquiera con eso me alcanzaba para darles a mis hijos la alimentación que ellos merecen”, informa la madre.
Salir de Venezuela para Laura, como madre, es poder brindarles a sus hijos mejores oportunidades que en algún momento Venezuela las tuvo, pero por el momento no las tiene.
Primero vivió en Ciudad de México trabajando en ventas, pero a raíz del sismo del 19 de septiembre de 2017 la situación de ventas bajó y Laura necesitaba ahorrar para poder traerse a sus hijos, ya que duró un año en México sin poder verlos.
Al presentársele una oportunidad de trabajo en Chihuahua no dudó en realizar el cambio con el fin de costearse la traída de sus hijos. Después de algunos meses regresó por ellos y en el tiempo que ha vivido aquí, la ciudad la tiene encantada. “Pienso que Chihuahua ofrece una gran calidad de vida, hay más seguridad que en CDMX, más tranquilidad y me gusta mucho Chihuahua para vivir y ya estoy radicando con mis hijos desde abril del año pasado aquí”, asegura.
“Mi hijo está muy feliz aquí en México, mi pareja es mexicano y por el momento no tengo en vista el regresarme a vivir a Venezuela, más que nada me gustaría tener la oportunidad de visitar a mi papá, a mi hermano, de pasar juntos las navidades, pero planes de regresar para vivir no tengo”, agrega la entrevistada.
El problema de Venezuela es problema del mundo entero, según explica Laura, porque al fin y al cabo donde hay un pueblo oprimido, sin libertad, tiene que haber otros pueblos para dar una mano a quien lo necesite.
Rafael Curra, 55 años
“Nunca es tarde cuando la dicha llega”
Ingeniero de profesión y actual especialista en Minería, Rafael llegó a México hace 15 años, de los cuales 9 de ellos los ha vivido como ciudadano mexicano. Ante los hechos ocurridos en su país de origen, el venezolano explica que es una situación inédita y complicada, que lamentablemente es producto de una violación sistemática de lo que ha sido la Constitución venezolana y muy particularmente de la usurpación que se ha dado en los diferentes poderes y niveles del gobierno en Venezuela.
A finales de 2003, cuando llegó a México, se vino sólo por una propuesta de trabajo y a los pocos meses inició con la movilización de su familia. “Yo, a diferencia de muchísimas personas que han tenido que salir de Venezuela de manera forzosa, realmente vine de manera voluntaria, básicamente por la propuesta de trabajo. Sin embargo, creo que si me hubiera quedado allá lo más seguro es que hubiera buscado la manera de salir, dada la circunstancia del deterioro político, social y económico que existe actualmente.”, explica Rafael.
Los venezolanos están en una situación casi de indigencia, pues han tenido que salir del país a pie hacia Colombia, Ecuador y Perú, según el entrevistado “la situación inicia por la falta de un consenso de que haya una gobernabilidad debido a la parcialidad que constantemente insiste en querer imponer un criterio de una manera autoritaria y autocrática por encima de la ciudadanía. El régimen Chavista recién cumple 20 años en el poder y es tiempo de que éste acabe”.
Como mexicano, Rafael opina que en la administración anterior, durante el gobierno de Peña Nieto, se vio que se sostuvo una postura más firme ante la situación venezolana, sobre todo con la dirección de Luis Videgaray, exsecretario de Relaciones Exteriores, pues cree que hubo pronunciamientos más firmes del gobierno mexicano en contra de las violaciones a los derechos humanos en Venezuela.
El gobierno actual ha sido un poco más tibio en relación a mantener una postura firme en ese aspecto. “Entiendo el aspecto de la no injerencia, sin embargo, cuanto se trata de temas de violación de derechos humanos, no puede haber posiciones neutrales o estás a favor o en contra”.
“No es el tema de reconocer o no a un gobierno, es el apoyo a los derechos humanos y la violación sistemática que existe”, explica.
Los momentos históricos que se han suscitado en Venezuela son inéditos, sobre todo la oposición. Se están dando pasos con cautela para asegurar que las alternativas para poder salir de esta crisis política y social que se está viviendo, se haga en el marco de la Constitución, finaliza Rafael.
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