El río Sacramento, ícono del municipio de Chihuahua, ha sido tomado como un depósito clandestino de basura, donde se acumulan los montones de llantas viejas, muebles usados, juguetes, entre otros desperdicios, que contaminan a uno de los afluentes más importantes de la ciudad.
Así mismo, en el terreno que ocupa el lecho del río, se pueden ver los estragos de la temporada seca, por la tierra agrietada que en temporada de lluvia, suele ser paso de la corriente fluvial que nace en la Sierra de Majalca, y que recorre una dirección paralela a la Sierra de Nombre de Dios, hasta llegar al Río Chuvíscar, con una extensión de 65 kilómetros.
Pertenece a la Cuenca del Conchos, y se alimenta de los arroyos urbanos que cruzan la ciudad de Chihuahua que recorren del oeste al este, en la zona norte, durante la temporada de lluvias.
En un recorrido por el río, a lo largo de tres kilómetros hacia el norte partiendo del punto de Vialidad Los Nogales, el panorama luce devastador por el terreno seco y contaminado con basura que las personas de colonias y asentamientos cercanos depositan sobre el afluente.
El Río Sacramento es hogar de diversas especies animales, refugio para las aves migratorias que toman un descanso para hidratarse y alimentarse; así mismo de flora, donde destacan conjuntos arbolados como los encinos y álamos, que se ven afectados por los depósitos clandestinos de desperdicios.