DELICIAS.- Un avance del 60 por ciento se tiene en la construcción de la planta tratadora de agua del sector Norte de la ciudad, contemplándose que su equipamiento inicie en las próximas semanas, por lo cual se espera concluir la para agosto de este año, informó Luis Carlos Gómez, director ejecutivo de la Junta Local de Agua y Saneamiento.

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El titular de la JMAS destacó que la segunda planta tratadora está construida a más de la mitad y pronto comenzará la etapa de equipamiento básicamente, hacia el mes de julio.

Ya se instalaron las tres plantas de pre tratamiento y se concluyeron las obras de terracería y el levantamiento de muros; asimismo se está trabajando en el revestimiento de los tres reactores de laguna de oxidación, mientras que el reactor de lodos está activado.

La obra civil, que incluye laboratorios y cuarto de control, presenta igualmente un avance considerable, por lo que se calcula que la planta estará lista en su totalidad y operando para el mes de agosto.

El entrevistado señaló que la planta Norte tiene capacidad para tratar 300 litros de agua por segundo, señalando que están por aparecer las bases de un proyecto ejecutivo para construir la red morada, misma que permitirá sustituir el agua de primer uso por el agua tratada para el riego de parques, jardines, camellones y campos agrícolas.

Gómez Sánchez señaló que hay una cantidad de hectáreas que utilizan actualmente el agua sin tratar, para la irrigación de forrajes. Pero con el líquido tratado se podrán regar otros cultivos que son de consumo humano.

La otra planta tratadora, ubicada al poniente de la ciudad, ha alcanzado niveles óptimos en lo que a tratamiento del agua se refiere.

“Creemos que en el próximo trimestre vamos ya a hacer la caracterización con un laboratorio certificado para ya empezar a evitar, vamos a decir, el pago por derechos de descarga”, estimó el funcionario.

Actualmente la planta Poniente trata el 80 por ciento de su capacidad, es decir, 130 litros de agua por segundo que se descargan en un dren agrícola, el cual desemboca a su vez en el río San Pedro.

Sin embargo, la totalidad del agua tratada es aprovechada al máximo por los agricultores cuyas tierras se encuentran enclavadas en el ejido Loma de Pérez, para quienes el volumen descargado por la planta representa un paliativo en este año de año de sequía y de restricciones al riego.