Padres de familia, niños y maestros de la Escuela Primaria Presidente Díaz Ordaz y del Jardín de Niños María Montessori en la colonia Santo Niño se quejan del nauseabundo olor que despide una alcantarilla ubicada en la intersección de las calles José María Mari y 31, que arrojó sobre la calle una gran cantidad de materia fecal y aguas negras, quedando esparcida entre los dos centros educativos.
De acuerdo a los vecinos, la situación ocurre cada vez que llueve y se tapa la alcantarilla, dejando expuesto el foco de infección que con el sol se intensifica el olor y el constante paso de los autos se desparrama por la calle 31.
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