Una deliciosa comida caliente reciben 160 niñas y niños, en situación vulnerable, gracias a los 8 Comedores Comunitarios, donde además se les brinda apoyo extraescolar y tareas a quienes cursan su educación básica.
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En la colonia San Jorge se ubica uno de estos comedores, en él se atienden a 75 niñas y niños, pues en el sector la necesidad es alta, ya que existe un número creciente de madres jefas de familia a quienes este comedor las apoya brindándoles a sus hijos un espacio seguro, libre de violencia.
Los Comedores Comunitarios dependen de la Secretaría de Desarrollo Social esto como parte de las estrategias de apoyo a madres jefas de familia y a adultos mayores en situación de vulnerabilidad. En la ciudad se cuenta con 6 ubicados en las colonias: San Jorge, Villa-Revolución, Popular, Los Pinos, Madera 65 y Zootecnia, otro en el municipio de Cuauhtémoc y uno más en Aquiles Serdán.
Uno de los que más beneficiarios atiende es San Jorge, Olivia González Hernández es la coordinadora del Comedor Comunitario, donde se atiende entre 70 y 75 niños diariamente a quienes se les provee comida rica y bien preparada, asimismo, 15 adultos que de igual manera requieren del apoyo alimentario.
A las niñas y niños que apoyan es porque sus madres trabajan, otros porque no cuentan con los recursos económicos, por lo que de lunes a viernes se les ofrece un plato con comida.
Los comedores son espacios donde se les bridan porciones alimenticias balanceadas, preparadas de manera higiénica y basada en tablas nutricionales y el plato del buen comer para que reciban los aportes proteínicos necesarios.
Olivia tiene 15 años trabajando en la Secretaría de Desarrollo Social, ha colaborado con varios centros comunitarios, hace algunos años estuvo en este comedor y luego la cambiaron a otros, desde hace un año está asignada al comedor de San Jorge, “es bien bonito, porque hay niños que vienen y nos dicen: mira Oli y tengo pancita porque como todos los días”.
En su trabajo diario ha visto el cambio, pues afirma que en el sector había mucha necesidad.
Los beneficiarios acuden a comer en tandas, pues el espacio es pequeño, entonces van desfilando conforme van saliendo o entrando a la escuela.
Hay varias mujeres solidarias como Toñita o Tencha que apoyan lavando trastes, la señora de la tortillería del barrio la apoya con dos kilos diarios, el señor que elabora chicharrones le regala algunos o manteca para los frijolitos. Cada 15 días se les brinda un apoyo por parte del Banco de Alimentos de Cáritas, donde además les dan asesoría para preparar la comida de diferentes maneras, por ejemplo hamburguesas de lentejas. Son una comunidad muy solidaria.
María Dolores Granillo, es una de las voluntarias y beneficiarias del Comedor Comunitario San Jorge, ella lleva a sus 3 nietos que cursan la primaria, “es mucha ayuda para mí, ahora somos los abuelos los que nos hacemos cargo de ayudarles con las tareas, y me parece bien que les ayuden porque muchas cosas no las sé y aquí la maestra les explica”.
Sus nietos además reciben apoyo de lenguaje, relató que aunque ella se había acostumbrado a entenderles era una situación irregular, ahora han mejorado en gran medida.
La idea es contar con espacios seguros para las niñas y niños, pues se cuenta con un espacio para que realicen su tarea o se les apoya con cuestiones de Lectura, Español, Matemáticas, entre otras asignaturas. El comedor San Jorge inició con 25 niños, luego fue creciendo el número de beneficiarios.
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