Con escoba y recogedor, limpiando las banquetas (y no, no como castigo), fue como los alumnos de la Escuela de Antropología e Historia del Norte de México (Eahnm), recibieron el reingreso a clases desde el pasado viernes 25, ya que como consecuencia del reajuste presupuestal que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), tuvo que realizar tras darse a conocer el monto de operación que la institución recibiría en 2019, acorde a la “política de austeridad” del actual gobierno federal, la escuela, con sede en la capital del estado, tuvo que prescindir de un total de 10 trabajadores, entre ellos personal que desempeñaba las tareas de aseo y mantenimiento del plantel.
La actual directora de la escuela, María Jesús Cen Montuy, quien recientemente asumió el cargo en una asamblea ratificada por una representación del INAH, explicó que en el caso del personal encargado de limpieza, a partir del 1 de enero del presente año fueron cesados de sus labores tres de ellos, quedándose el plantel con sólo una persona para dicha tarea, y ante tal situación, el alumnado de la escuela decidió organizarse para acudir en los días previos al inicio del nuevo ciclo escolar a limpiar las áreas exteriores del plantel.
A dichos puestos se suman también cuatro plazas de trabajo que operan bajo el “capítulo 3000” del INAH (personal auxiliar en la administración), por lo que a partir del inicio de año, el plantel tuvo que comenzar operaciones con 10 elementos menos en la plantilla.
“Esto es parte del reajuste presupuestal del 20% que tuvo que hacer el instituto a nivel nacional, tanto para las diferentes escuelas como para los centros INAH durante los primeros meses del año. La decisión de prescindir de esos puestos, y no otros, fue tomada con el objetivo de no afectar al cuerpo académico de la institución y permitir un reinicio de clases con normalidad”, expuso la directora.
A ello se añade, señaló, que ninguno de los trabajadores bajo el esquema de contrato eventual ha recibido el pago correspondiente a las quincenas del mes de enero, situación que esperan sea regularizada hacia finales de febrero o inicios de marzo, cuando confían en recibir los pagos pendientes y se recontrate al personal cesado a inicios del año.
El reajuste presupuestal al instituto, aseguró, no afectará la entrega de becas y demás estímulos económicos que la escuela brinda a los estudiantes, que actualmente son cerca de 130 matriculados en cuatro licenciaturas y dos maestrías.
“Pese a saber que sus profesores están pasando por una situación difícil, sin recibir pago, los alumnos han demostrado todo su apoyo a las decisiones que se tomen en la escuela, están con un espíritu colaborativo, entendiendo que si no nos unimos para sacar a la escuela adelante, entonces las cosas se pueden poner peor”.
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