Preocupados por la preservación de monumentos históricos como el Palacio de Gobierno, el arquitecto Gastón Fourzan y la restauradora Saydé Sortibrán Cárdenas trabajan de la mano con el Instituto Nacional de Antropología e Historia en el análisis de materiales para limpiar las pintas que resultaron de la manifestación del pasado 8 de marzo, a solicitud del Gobierno del Estado.
“Entendiendo perfectamente bien la expresión de un fenómeno social que comprendemos, respetamos y le damos totalmente su lugar. Por eso esto permaneció como un testimonio, ya se cumplió un mes, vamos a decir que cumplió su cometido de divulgación, de enterar a la sociedad de tanta cosa tan terrible y tan triste que sucede, de lo que viven los familiares de estas personas que han sido objeto de estas vejaciones”, explicó a El Heraldo el arquitecto Fourzan.
“La maestra Sortibrán es especialista en restauración, viene de CDMX, con todo el conocimiento y la experiencia que tiene para este tipo de cosas. Ahorita se están haciendo pruebas con diferentes sustancias y en los diferentes materiales para ver cuál funciona en cada tipo para la limpieza del inmueble”, detalló.
Los materiales son alcoholes, acetatos, thineres, aguarrases, tratando de que estos sean lo menos posible porque son más agresivos, acetona, inclusive agua, diluyentes, solventes de diferente condición, para ver cuál funciona mejor para cada color y cada sustancia.
Se trata solamente de pruebas preliminares y en función de ellas se hará un proyecto formal de restauración, para ponerle costo y plazos.
“Va a ser muy laborioso, porque todo esto es con hisopos, para que no se embarre, se corra o se manche. No es cuestión de agarrar un trapo y darle, tenemos que traer un equipo de gente, por lo menos cinco personas. La maestra Sortibrán va a determinar qué sustancias son las convenientes, luego traemos al equipo de trabajo y ella los va a capacitar”, señaló.
El Gobierno del Estado se hará cargo de los costos de este proyecto, a través de la Dirección de Conservación de Inmuebles, que depende de la administración estatal.
Por su parte, Saydé Sortibrán Cárdenas, restauradora de bienes culturales y asesora del proyecto, subrayó que es muy importante que primero se haya logrado hacer el registro.
“Que quede la documentación de todas las protestas, de lo que esto significa, del impacto social que tiene no sólo para Chihuahua, porque es un fenómeno nacional, trágicamente y nos vemos representados como mexicanos, aunque no tengamos un caso cercano, a fin de cuentas nos lacera a todos”, advirtió.
“Se van a quitar los grafitis, pero no con la intención de eliminar lo que atestiguan, sino simplemente para ayudar a conservar el patrimonio; el registro, la memoria, lo que esto significa, para nada se elimina”, dijo.
“Estamos completamente de acuerdo en que se tiene que hacer algo, pero también por el monumento que no es sólo de nosotros ahorita, tenemos que ver que llegue en buenas condiciones a las futuras generaciones, para que lo disfruten y sea también parte de sus expresiones. No sabemos qué otro uso se le pueda dar en un futuro, un uso cultural, la apropiación de la gente, de sus monumentos, también es un fenómeno muy importante que ayuda a paliar el asunto de la violencia; la cultura, el arte, ayudan en ese sentido. Nuestro trabajo va encaminado a la conservación del patrimonio, no sólo de los chihuahuenses, sino nacional”, concluyó.
Saydé Sortibrán Cárdenas
“En ningún momento se trata de minimizar lo que representan estas pintas, tenemos todo el reconocimiento y también queremos que se haga de la mejor manera”.