Severas afectaciones representa el “supercierre” para el Zoológico de Chihuahua, ubicado en el municipio de Aldama, que durante los domingos estaba recibiendo un promedio de 500 visitantes acorde al aforo estipulado, ingresos que permiten alimentar a los mil 500 animales y pagar la nómina.
El cierre se da cuando el sitio de esparcimiento apenas está registrando una recuperación paulatina; además, el próximo fin de semana será el marco del Día del Niño, una de las festividades más importantes para el establecimiento.
“Yo me pregunto: ¿Qué cuestión científica hay detrás de estas medidas que para mí son totalmente ilógicas? Son ideas políticas, no sanitarias. Yo no espero ayuda del gobierno, pero lo que sí espero es que no me bloqueen”, señaló Alberto Hernández, director del Zoológico de Chihuahua, quien destacó que los fines de semana son los días de mayor demanda.
Consideró que al contar con espacio de 100 metros cuadrados de terreno, no se debería obligar a cerrar dicho espacio cuando fácilmente la distancia entre un visitante y otro puede ser hasta de 10 metros; mientras que en otros negocios la sana distancia es apenas de un metro.
“Este tipo de medidas indudablemente afecta considerando que las entradas permiten alimentar a los ejemplares; aparte se viene arrastrando un año con una situación crítica”, apuntó el señor Hernández, destacando que se requieren 500 kilos de carne diarios para 42 felinos, pero hay que considerar también a los bovinos, las aves, entre otros.
Recordó que la contingencia se decretó hace más de un año en Chihuahua, resaltando que tal situación sólo se controlará cuando la mayoría de la población esté vacunada, pero no restringiendo movilidad los fines de semana, y entre semana no.
Con el aforo permitido, el Zoológico estaba recibiendo aproximadamente 500 personas los domingos, lo que les permite tener un punto de equilibrio para cubrir la inversión alimentaria y los sueldos; sin embargo, con cambios de clima este número disminuye notablemente, y con el tema de los “supercierres” tendrán dos semanas muy complicadas. En lo que respecta a los sábados es entre 150 y 200 visitantes; en tanto que entre semana son de 10 a 20 personas, aunque en periodos vacacionales mejoran los números.
Otro de los negocios del señor Hernández es un balneario, que era el que sostenía al zoológico en temporadas bajas, pero estos giros no han podido operar, lo que asevera la crisis económica derivada de la pandemia.
“Hablo por mí, pero muchos nos vemos afectados. Es muy fácil para cualquier autoridad llegar y pedir cerrar, pero hay que pagar sueldos, y muchas otras cosas. Si no se trabaja no hay dinero, hasta el más pequeño empresario está batallando y estamos muy inconformes con estas medidas que sin duda nos perjudican”, agregó.
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