La representación local de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Social anticipó un año complicado en cuanto a producción agrícola de temporal debido al retraso en precipitaciones pluviales, pues según Rogelio Olvera García, encargado del despacho de la Sader, las lluvias debieron haber empezado el 24 de junio.
Para los productores agrícolas de la zona rural de El Charco, de no llover este fin de semana, los resultados serán catastróficos y se sumarán a que el año pasado un 80% de las cosechas de alfalfa, frijol, avena y sorgo se perdieron.
Narraron que el inicio de lluvias idóneo para garantizar una buena producción es que llueva la primera semana de julio, después será sumamente difícil recuperar la gran mayoría de hectáreas de temporal.
El año anterior las lluvias comenzaron a finales de julio y en comunidades rurales se perdieron grandes cantidades de cultivos.
Olvera García dijo que pese a que la condición de lluvias tardías es una cuestión recurrente en el estado, para el 2019 se espera un año complicado en el sector agrícola, que puede derivar en afectaciones si se conjunta con los daños de la anterior granizada, donde se perdieron numerosas hectáreas de cultivos.
Expuso que las temporada de lluvias debió empezar el 24 de junio, aunque reconoció que las precipitaciones actuales, aunque pocas, pueden paliar el panorama.
Agregó que la temporada pasada hubo superficies agrícolas que no se lograron, lo que ha provocado afectaciones en productores como es el caso de un gasto más elevado en alimentación y traslado de agua debido a la poca disponibilidad.
Te puede interesar: