El fiscal general del estado de Chihuahua, César Augusto Peniche Espejel, consideró que la Procuraduría General de la República (PGR) “juega” un papel inusual y aplica justicia selectiva a favor del ex secretario general adjunto del PRI Alejandro Gutiérrez Gutiérrez, para formarle un cerco y evitar que involucre a cualquier otra persona.
Luego de conocerse las intenciones de la PGR de trasladar al también exsecretario general del CEN del PRI a un penal federal, el Fiscal descartó completamente que exista tortura en contra del detenido y en cambio, dijo preocuparle que estén utilizando a una institución como es la PGR.
En entrevista con el periodista Miguel de la Vega, del periódico Reforma, el fiscal de Chihuahua César Augusto Peniche afirmó que las acusaciones de priistas en contra de la institución que representa, son una estrategia por parte de la defensa para prevenirse de lo que pudiera decir, implicando a cualquier otra persona.
Alejandro Gutiérrez Gutiérrez fue vinculado a proceso judicial, sujeto a un año de prisión preventiva y recluido en el Penal de Alta Seguridad del municipio de Aquiles Serdán, en Chihuahua, por su presunta participación en el desvío de 250 millones de pesos de las finanzas del Gobierno del Estado de Chihuahua mediante la simulación de convenios a través de empresas de su propiedad y de un familiar.
A pregunta expresa del reportero, el fiscal Arturo Peniche descartó haber usado alguna vez algún método de tortura: “Soy completamente ajeno a esas viejas prácticas. Es una estrategia por parte de la defensa. Buscan prevenirse contra lo que Alejandro Gutiérrez pudiera decir, implicando a cualquier otra persona”, señaló.
Dijo que muchos abogados alegan tortura desde el momento de la detención, buscando que en alguna parte el juez pueda encontrar una deficiencia y así desestimar la evidencia o el proceso mismo. Alegar tortura es una perversidad en términos de buscar huecos procesales, consideró.
Cuestionado acerca de si se trataba de una perversidad en este caso, manifestó que también es una manera de tender un cerco en torno a Alejandro Gutiérrez para que la autoridad no pueda acercarse a él, por ejemplo, para ofrecerle un trato en términos del Código Penal. Lo que está claro es que no hay tortura ni malos tratos, afirmó.
Peniche Espejel consideró que la PGR está jugando un papel inusual, ya que le presentan una denuncia por tortura y al día siguiente el Ministerio Público y peritos ya están realizando las primeras diligencias, cuando durante 2017 esa misma PRG declinó por incompetencia entre 40 y 50 expedientes, es decir, aplica justicia selectiva.
Dijo que la PGR actúa de una manera inusual, con celeridad inusual y además en una carpeta de investigación que no es de su competencia. Lo que preocupa, agregó, es que estén usando para estos fines a las instituciones, en este caso a la PGR.
Para el fiscal general de Chihuahua, una forma de evitar politizar asuntos judiciales es aplicando la ley, “nos tenemos que circunscribir, única y exclusivamente, al trabajo que deriva de nuestras carpetas de información. Y apartarnos de la condición mediática que rodea a esos asuntos”.
Expresó que en los seis años que trabajó en la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), supo que debía mantenerme al margen de los partidos políticos para darle certeza y credibilidad a su trabajo.
Sobre el mismo asunto, dijo que lo único que separa la acción de la justicia de la venganza política, es la intención. Si te concentras en la evidencia y en los hechos, sin tomar en cuenta el entorno, puedes tener el nivel de objetividad que se requiere, afirmó.
Finalmente dijo que cada quien sabe y es responsable de sus actos al referirse a las implicaciones en la investigación por peculado que involucra a priistas. “Cada quien es responsable de sus actos y cada quien sabe lo que hizo, lo que dejó de hacer o las complacencias que tuvo”, advirtió.