La licenciada en Sicología, Aracely Contreras Ramírez, de 42 años de edad, y además bombero, con 17 años dentro de la corporación, luchó varios años tratando de ingresar al Cuerpo de Bomberos, “un día vi a una mujer bombero llegar a un incendio, y me sorprendí, pues pensaba que las mujeres no podíamos ser bombero y desde ahí decidí entrar”.
Por el año 1995, motivada a ser bombero pese a las adversidades, pues los hombres siempre tenían la idea de que la mujer no podía ser bombero por la labor que realizan, incluso su esposo era bombero, se aferró hasta lograrlo tras pasar duras pruebas y batallar con la condición física pasó el examen.
La bombero segundo Aracely Contreras, además de atender a marido, hijos y nietos, es enfermera, paramédico, rescatistas, y brinda terapias a cientos de jóvenes en sus tiempos libres, cuando ella se encontraba acuartelada en la Academia de Bomberos su hija apenas tenía 8 años de edad.
“A lo largo de mi carrera como bombero he tenido muchas experiencias, pero puedo contarles dos una positiva y una negativa, cuando inicié mi labor ya en las calles mi primer incendio me dio la primera experiencia ya que llegábamos a un incendio sólo un compañero y yo y a mí me tocaba entrar con la manguera, pero cerca estaba un bombero de otra estación sin uniforme y al verme como mujer dijo no va a poder y tomó la manguera él”.
Para su suerte y al no contar con equipo el calor y humo lo hizo salir y ahí fue cuando yo demostré que las mujeres sí podíamos, pues yo sí contaba con mi equipo y entré a terminar el trabajo sin ningún problema, al paso del tiempo tuve una experiencia no muy grata donde un compañero me acosaba y al llegar el jefe de turno con el mando en vez de ver las versiones de ambos sólo acercó al hombre y decían que yo lo acosé.
Afortunadamente el mando no hizo caso y nos encaró a los dos resolviéndose el caso dando la opinión de ambas partes, ahí fue donde vi que nos daban justo lugar a las mujeres, “incluso orgullosamente soy una de las dos mujeres con el grado de bombero segundo que existen en la corporación”.
Destacó que su mejor oportunidad fue cuando al estar asignados dos compañeros y ella a una estación, un día los otros dos no asistieron, pues coincidió en que se incapacitaron, y el mando me asignó la responsabilidad sola de la estación, al presentarse un servicio tomé yo la bombera y cuando salía de la estación mi jefe me llamó sorprendido dudando de que yo sola podría.
“Pese a sus dudas me dejó seguir y tuve la oportunidad de representar dignamente a las mujeres bombero demostrando que yo sola conduje la unidad, operé las controles de la presión de la bomba y sofoqué el fuego sin problemas”.
Te puede interesar: