La gran familia lasallista parte el día de hoy a su misión de Semana Santa; desde temprana hora los camiones estacionados en el gimnasio de la institución educativa fueron abordados por alumnos, exalumnos, maestros, servidores, y hermanos quienes durante nueve días se instalan en comunidades de la Sierra Tarahumara, donde vivirán cristianamente los días que se avecinan.
Más de 500 misioneros lasallistas cumplirán su misión: evangelizar y compartir su fe con cientos de personas que cada Semana Santa esperan su llegada para celebrar juntos y con emotivas representaciones, la muerte y resurrección de Jesucristo, en esta ocasión bajo el lema: “Un corazón, un compromiso, una vida”.
Como ya es tradición, el pasado jueves se ofreció la misa de envío oficiada por el padre Gustavo Sánchez Prieto, en ella se destacó la importancia de la participación de los misioneros que durante meses se preparan para visitar las localidades que les son asignadas, asisten por varias semanas a juntas donde “servidores” coordinados por sacerdotes les imparten temas religiosos, se confiesan, asisten a misa, aprenden alabanzas, realizan actividades en los principales cruceros de la ciudad, para recaudar fondos para el viaje y algo que es indispensable para todo misionero, un retiro de dos días que tiene como finalidad pasar este tiempo entregado totalmente a Dios.
Durante más de una semana para los misioneros se acabaron las comodidades, el celular se quedó en casa al igual que el agua caliente para bañarse, la comida que les gusta no está incluida en el menú y el WiFi no viaja con ellos, su objetivo, dedicarse en tiempo completo a servir a Dios, sin importar las inclemencias del tiempo, dormir en sleeping y realizar jornadas enteras recorriendo las casas compartiendo lecturas de la Biblia; ¿Cuál es la razón que tienen todos?, su fe.
Ayudar a los habitantes de los pueblos que visitan es parte de la misión, los jóvenes se apuntan en las tareas de los hogares que recorren, los mismos lavan trastes, les barren, apoyan en mejoras externas para casas y escuelas y en lo que respecta a los niños y adultos mayores pasan horas con ellos, dándoles catequesis, realizando manualidades, jugando, escuchándolos y compartiendo su fe en Dios.
A todos ellos se les ha inculcado que la Semana Santa es la celebración del misterio más importante de la fe, por ello celebran a Cristo que muere y resucita por la salvación del hombre y los ritos de la Semana Mayor, les permiten acercarse a la gracia de la salvación, dicen, siguiendo costumbres de cada pueblo, realizan las representaciones religiosas tradicionales de los días santos como el lavado de pies, viacrucis viviente y participan en la ceremonia del fuego nuevo y la liturgia.
MISIONES LASALLISTAS
La fraternidad lasallista, en esta ocasión conformada por más de 500 misioneros, lleva la palabra a diferentes municipios. “Los lasallistas llevan su misión ejemplificados por San Juan Bautista de la Salle cuando movido por Dios congregó a un grupo de hombres para que juntos y por asociación dieran respuesta a las necesidades de la juventud humilde y alejada de la salvación.
“Evangelización, catequesis, manualidades, fiestas populares, juegos con los niños, mejoras en las casas y en las escuelas forman parte de las misiones que concluyen el próximo 21 de abril con la misa de clausura, donde todos los misioneros llegarán de los diferentes pueblos para asistir a la celebración eucarística agradeciendo por la Semana Santa vivida”.
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