En la ruta de la desaparición de evidencias, integrantes del grupo delictivo Los Salazar asesinaron a Gabriel Ochoa Cárdenas, de 55 años, a quien se pretendió hacerlo pasar ya muerto, como responsable del crimen de la periodista Miroslava Breach.
La Fiscalía General del Estado, nunca confirmó que dicha persona estuviera ligada con el crimen de la corresponsal de La Jornada.
La Fiscalía informó que junto al cadáver de Gabriel Ochoa, cerca de su mano derecha fue encontrada una pistola tipo escuadra calibre 38 súper, con las mismas características del arma utilizada por el asesino que la mañana del pasado 23 de marzo acribilló a la corresponsal del periódico La Jornada.
En el lugar del crimen fueron asegurados cuatro casquillos nueve milímetros y otro de calibre 22.
El homicidio ocurrió en el patio de una propiedad que se ubica en la calle Río Yaqui y Río Bravo.