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Por cuestiones de inseguridad, hace unos días un negocio ubicado al sur de la ciudad se vio obligado a cerrar las puertas de manera definitiva, pues en un lapso de dos meses, los trabajadores han denunciado ante la Fiscalía General del Estado y Policía Municipal, dos asaltos a mano armada, dos robos de vehículos con violencia, secuestro exprés, y pérdidas aproximadas a los 260 mil pesos, producto de los atracos.
A pesar de ser un pequeño negocio ubicado en la avenida Palestina, sobre la colonia Los Girasoles, éste ya había cumplido tres años de operación ininterrumpidas, donde los encargados del lugar refieren que se había establecido un punto de venta donde se atendían a varias personas de manera diaria, pues ofrecía productos naturistas para algunos malestares en la salud.
Por cuestiones de seguridad, los afectados decidieron reservar sus nombres, pues aseguran que los responsables siguen en libertad, ya que no se ha realizado la detención de ninguna persona y en cambio los delincuentes los obligaron a cerrar, ya que se quedaron sin transporte y recurso para seguir trabajando.
Prefiriendo su integridad física, decidieron dejar de lado un proyecto personal que habían iniciado para obtener un recurso económico para su familia, pues temieron que la inacción de los agentes, la escasa seguridad de la zona y el conocimiento que tienen los delincuentes del lugar, fueran a volver por más y ahora que no tenían nada que ofrecerles, temían por sus vidas.
En las afueras de las instalaciones colocaron un anuncio que dice: “cerrado por inseguridad”, ya que decenas de clientes pedían que no cerraran ya que habían tenido buenos resultados con los productos naturistas, pero las condiciones de inseguridad ya no permitieron que siguieran porque no existe una autoridad que les garantice esa estabilidad.
Durante este año, el pasado 27 de julio, se registró el primer robo, donde dos hombres de entre 19 a 25 años de edad ingresaron al local fingiendo ser clientes, buscando un té para un supuesto dolor de riñón, pero en cambio ingresaron sólo para verificar las cuestiones de seguridad, personal que trabaja en el lugar y fue cuando concretaron el primer robo.
Los dos jóvenes, al ver que no había peligro en que el atraco siguiera como lo habían planeado, uno de ellos sacó un arma de fuego, con la que le apuntó al único trabajador, para posteriormente enviarlo hacia el baño, mientras que el acompañante registraba las ganancias y revisaba las cosas de valor.
Ya encerrado en el baño, uno de los delincuentes ingresó para colocarle cinta adhesiva en las manos, pies y boca, además de asegurarlo en una tubería para evitar que saliera del lugar, por lo que continuaron con su atraco y le sacaron las llaves de su vehículo que tenía en la bolsa del pantalón.
El robo se concretó entre las 12:40 horas de ese día, los delincuentes se llevaron por lo menos 187 mil pesos acumulados, en un vehículo Susuki SX4 modelo 2014, una computadora valuada en 20 mil pesos y dos mil pesos de la caja registradora como de la cartera del afectado quien se encontraba atendiendo en el lugar.
Un cliente que llegó cinco minutos después del atraco, liberó al trabajador que estaba atado con cinta en el baño, posteriormente hicieron el llamado a los números de emergencia, por lo que acudieron decenas de elementos de seguridad al lugar y hasta la fecha no han encontrado a un solo responsable.
Las cámaras del denominado Escudo Chihuahua no han captado las placas de la camioneta Suzuki, no monitorearon el paso de la unidad, y los arcos que se encuentran en las salida de la ciudad nunca detectaron un paso anormal del vehículo pese a ser un modelo que no se comercializó mucho en la ciudad.
Este primer robo ha quedado registrado ante las corporaciones de seguridad, sin embargo, no se ha atendido a profundidad la investigación, ya que no han detenido a un solo responsable y pareciera que se trata de una banda delincuentes que opera en Los Girasoles, pero que por falta de iniciativa han abandonado las investigaciones como ocurre en la mayoría de los robos y acontecimientos de inseguridad.
Tras este suceso se tuvieron que modificar los horarios, pues de atender de lunes a domingo, se decidió cerrar el día domingo para evitar un nuevo percance, se buscó mecanismos para mejorar la seguridad de los encargados y se solicitó mayor presencia de elementos de la Policía Municipal, que son los encargados de realizar las labores preventivas.
Explican que a pesar de todo lo anterior, el primero de octubre, otro robo más se registró en el lugar, en un horario similar y ahora estando una mujer de aproximadamente 58 años de edad, a quien de igual forma, le apuntaron con arma de fuego, la enviaron al baño y amarraron mientras se cometía el atraco.
En esta ocasión, refieren, que al comienzo ingresó una pareja para visualizar el negocio, incluso les regaló un tratamiento para un supuesto menor que padecía de una enfermedad, posteriormente se fueron como clientes ordinarios de la tienda naturista.
Unos 10 o 15 minutos después llegó otra pareja fingiendo un malestar, eran igualmente jóvenes entre 17 a 25 años de edad, el hombre fue el que sacó la pistola, mientras que la mujer sólo lo acompañaba a registrar cajones, bolsas y demás espacios donde pudiera haber dinero o cosas de valor.
Ya con la empleada atada en la zona del baño, comenzaron a esculcar cualquier espacio, encontrando dinero, un celular, tarjetas y tomaron las llaves de otro vehículo un Nissan Sentra, ahora el robo lo cuantificaron en aproximadamente 80 mil pesos, en los que se incluían algunas ventas del día, dinero personal y la unidad.
Por parte de los elementos de seguridad realizaron el mismo protocolo, arribaron al lugar, tomaron decenas de reportes, actas, fotos y demás registros, mientras los responsables escapaban a toda velocidad en el vehículo robado y hasta el momento, una semana después del atraco, no existe indicios de algún responsable ni mucho menos una detención de los involucrados.
En este segundo evento existen pruebas contundentes que pueden auxiliar a dar con los responsables, pues uno de ellos utilizó una de las tarjetas para hacer un viaje en Uber, lo cual debería ser investigado por la Fiscalía General del Estado, y además que existen huellas y demás evidencia que los asaltantes dejaron en esta ocasión.
Los dos vehículos que fueron robados, un Sentra rojo del año 2008 y una camioneta Suzuki modelo 2014, no fueron reconocidos nunca por las cámaras del Escudo Chihuahua, ni los arcos que se encuentran en las salidas de la ciudad, por lo cual los dos atracos quedaron en la impunidad, mientras que los delincuentes hacen su agosto con los bienes ajenos.
La zona sur de la ciudad es uno de los polígonos más olvidados de la ciudad, donde diariamente se registran sucesos similares a los ya planteados por un negocio que acaba de perder la batalla contra la inseguridad, pues farmacias, Oxxos, ferreterías y de todo tipo de giro han sufrido un asalto por lo menos en lo que va del año.
