Iván Eli Sánchez Jasso, Gerente de Gestión por Resultados de Riquelme Morales y Asociados, informó que a nivel global muere una persona cada quince segundos por accidentes o enfermedades relacionadas con su trabajo; por ello, manifestó la necesidad de crear incentivos que motiven a las organizaciones a crear las condiciones para disminuir afectaciones psicológicas, lesiones y enfermedades derivadas de la dinámica laboral.
Expreso que en nuestro país, si bien es cierto ya se caminó hacia la segunda etapa de la NOM-035, donde se consideran las intervenciones de la autoridad para verificar su cumplimiento, pero destacó que aún falta mucho camino por recorrer en infraestructura, pero principalmente en el tema cultural: que no se vea como un gasto, sino como una inversión.
“Ver la salud en el trabajo bien aplicada como una bondad, que deriva en aspectos de productividad, ciertamente, pero que además genera un contexto laboral de armonía, inferiores niveles de estrés e incluso menos rotación en las empresas”, dijo quien participó como expositor en el curso de Implementación y Seguimiento de la NOM-035.
El también catedrático universitario informó que a nivel global muere una persona cada quince segundos por accidentes o enfermedades relacionadas con su trabajo y otros 153 se lesionan por las mismas causas, en el mismo periodo de tiempo.
Esto arroja que todos los días fallecen más de dos millones de personas y 300 millones sufren accidentes laborales, lo que es grave por su impacto social, aunque su forma más precisa de medición quizá sea la económica, pues impacta hasta el 4 por ciento del PIB, dijo.
Detalló que la NOM-035 en México es una copia fiel de la legislación que se aplica en España desde 1993, aunque su nivel de avance aún no tiene comparación, pues en la madre patria ya se tienen reglamentos, bonificaciones (deducibilidad) y existe hasta un instituto que vela por la seguridad psicosocial de los trabajadores.
Asimismo, agregó que uno de los aspectos positivos de la pandemia, es que ha venido a acelerar tendencias positivas en el manejo de las personas para reducirlos riesgos psicosociales, así como ocurre a nivel internacional donde son comunes las políticas de flexibilidad en el trabajo, ergonomía, toma de decisiones basada en datos, formación continua, inclusión, entre otras.