Las obras en el puente peatonal y para ciclistas que conectará el Parque El Rejón por el lado norte de la avenida Prolongación Teófilo Borunda con el Parque del Encino, en el lado sur, continúan sin contratiempos, como se pudo apreciar en un recorrido realizado por El Heraldo de Chihuahua en la zona, este domingo.
No obstante una queja que se recibió en esta Redacción que alertaba sobre la tala de árboles en la zona, sólo se pudo observar unos cuantos mezquites arrancados, dando un aspecto más desértico al de por sí desolado entorno.
Y aunque los mencionados arbustos estaban sustraídos desde la raíz, estos se veían secos, es decir, no se trataba de vegetación sana. Ni señales de árboles, ni de tala que dañe al ambiente.
Pero si se habla de modificaciones en este último, existe otro detalle a resaltar además del ya citado puente: es el agua de la presa la que luce un tono muy verdoso, producto en buena parte de la lama acumulada, lo que impide el buen desarrollo de la fauna local.
De las bandadas que se pueden distinguir en presas vecinas, aquí sólo se apreció un pato nadando en solitario en las áreas en que podía. Fue la única ave que se registró durante el tiempo de la estancia de esta casa editora.
Sin embargo, es en el mencionado puente donde más se nota la presencia del hombre, pese a que ayer no se pudo ver a ni un alma durante el recorrido. Para deportistas, la hora quizá ya había pasado (era más allá del mediodía), y en cuanto a los trabajadores, al parecer descansaron en domingo.
Lo anterior, sin olvidar que también era uno de los días contemplados en los dos “supercierres” planeados por las autoridades para mitigar la oleada de contagios. Empero, en otra presa cercana se realizó un evento de ciclismo de montaña.
Más en el trabajo se nota cierto avance; el puente poco a poco va tomando forma, y la estructura sobre la avenida Teófilo Borunda llega casi a la mitad entre el lado de El Reliz y el lado de la Presa.
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