Extorsiones, secuestros y privaciones de la libertad, son algunos de los delitos que está sometiendo a las comunidades menonitas que radican al norte del municipio de Cuauhtémoc, pues un grupo identificado por la Fiscalía General del Estado ha optado por sacar provecho económico a través de estos delitos y hasta el momento no han podido ser desarticuladas.
Se trata del grupo denominado Gente Nueva del Tigre, quien es el grupo operador del Cártel de Sinaloa en la zona occidente del estado de Chihuahua, que pese la desarticulación de la banda, con la detención de Julio César Escárcega alias “el Tigre”, ésta sigue operando a cargo de Édgar Alfredo Gamboa Sosa conocido como “El 11”, y hermano del extinto Raúl Gamboa Sosa “el Cabo” y Luis Enrique Gamboa Sosa “el Muletas” detenido hace unos días en Puebla.
Los informes revelan una interconexión con un grupo externo al estado de Chihuahua, pues se han conocido casos de secuestro, donde un grupo de delincuentes de Cuauhtémoc se enlazan con otro “equipo” de fuera del estado para que sean ellos quienes pidan el dinero, suma que supera el millón de pesos por vida de cada menonita.
Al norte de la Ciudad de Cuauhtémoc, en la seccional Colonia Obregón y en los campos menonitas, es donde este grupo delincuencial ha aprovechado el territorio para cometer las extorsiones, secuestros y privaciones de libertad, ya que han identificado a decenas de menonitas empresarios quienes pagan cada peso para evitar ser víctima de un asesinato.
Aunque algunos casos se han pagado rescates de miles y miles de pesos, otros menonitas no corrieron con la misma suerte, pues terminan por asesinarlos con impactos de arma de fuego como fue el último caso más reciente que se registró en aquella comunidad, con José Ricardo Caraveo Vallina quien tras dos meses de desaparición fue encontrado hace unos días sin vida en un parcela de maíz.
Entre las investigaciones en algunos secuestros cometidos en el Corredor Comercial, en Rubio y algunas otras zonas aledañas, pareciera que este grupo de secuestradores, sigue a las víctimas por algunos días, posteriormente cuando circulan solos en vehículos los interceptan y se los llevan en otra unidad.
Existen otros casos, donde los menonitas desaparecen y regresan a sus domicilios sin rastros de violencia, o sin alguna cantidad que pagar como rescate por la vida de una persona, simplemente los privan de la libertad, y meses o semanas después los dejan en libertad, hasta el momento se desconoce cuál es el objetivo de esta privación.
De igual forma, este sector menonita que radica en la ciudad de Cuauhtémoc, también es afectado por constantes llamados de extorsión, los cuales en algunas ocasiones son evitados por la intervención de la Fiscalía General del Estado y otros más se llegan a concretar por el temor o la desinformación que tienen sobre estas llamadas.