Hasta 5 locales vacíos en una misma cuadra, así como poco circulante en el comercio, son algunos de los ingredientes que aparentan la pérdida de la tradición de las fiestas patrias.
“Hubo años en los cuales desde el primer día de septiembre se empieza a notar esta fiesta en la cual los aparadores, las casas se ornamentaban con símbolos patrios”, señalaron coincidentemente algunos comerciantes.
Este ambiente un poco frío da la percepción de que la tradición se está escapando de las costumbres, pero puede ser la falta de circulante que se tiene en las familias y recordando que aún están con los gastos escolares del reciente inicio de clases.
Para sostener un negocio se requiere soportar las altas rentas que hay en el centro y es en estas fechas, a mediados del año, cuando ya algunos desisten y dejan definitiva o temporalmente de rentar un local.
En la Guerrero, entre Segunda y Cuarta, el primer cuadro de la ciudad cuenta con 5 locales vacíos en oferta de arrendamiento y se suman a otros más por la Segunda y en el Centro Histórico.
Es sin duda un reflejo de que las ventas no andan bien y no se han compuesto, por lo que la esperanza se toma de la mano con la actividad de la pisca de la manzana que se presenta en estos días.