Restaurantes del Centro Histórico han reducido su capacidad de atención, obedeciendo a los lineamientos del nuevo semáforo naranja restringido en lo que se refiere a la contingencia sanitaria, pero con la consabida repercusión en sus ventas.
“Nos limitamos a lo que nos pidieron, separar las mesas, un 30% de aforo, sí se nos ha reducido bastante”, señaló Luisa Alvarado, encargada de un local de tortas en el Paseo de la Victoria, con una tradición de 45 años.
Esto ha pegado duro a las ventas, que han bajado hasta un 50% de lo que ya tenían de por sí reducido.
El local está abierto de 7:30 a 19:00 horas y normalmente los comensales empiezan a llegar alrededor de las 8:30 horas. Y los meses de semáforo rojo dio servicio sólo para llevar.
“Luego abrimos con algunas restricciones, luego nos empezamos a alivianar y ahora otra vez para abajo, pero siempre nos hemos mantenido dando el servicio”.
En un pequeño puesto de café capuchino, la dependienta también señaló que las ventas han bajado desde que empezó la pandemia, casi en un 75%.
Además de tortas y capuchinos, por las calles del Centro se pueden disfrutar alimentos y antojitos, desde burritos, pizzas, banderillas, comida china, hamburguesas, tacos, pollo frito, entre otros.
Lugares donde se ven pocos comensales al interior como en las terrazas, siempre guardando la sana distancia.
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