Este año, en su 43 aniversario, la Fundación CE (Cooperación Educativa A. C.), brindó un apoyo total de 100 becados, de entre 316 aspirantes; los cuales son jóvenes con dificultades económicas que buscan una oportunidad para iniciar, continuar o finalizar sus estudios.
De igual manera, dentro del marco del festejo por sus casi 50 años apoyando la educación, la fundación llevará a cabo la segunda “Gran Subasta de Arte” el próximo 17 de octubre, donde se busca repetir el gran éxito de 2018.
Pues dicha sociedad, a pesar de recibir apoyo de parte de Fechac, Index, la fundación Rosario Campos de Fernández en Ciudad Juárez, el programa de Redondeo de Alsuper, el DIF y de los donadores voluntarios, realiza estas acciones con el fin de mantener brindando oportunidades de educación íntegra para los que más lo necesiten
Desde su fundación en 1976, esta institución, sin fines de lucro, ha logrado el apoyo integral para más de más de mil 500 jóvenes, quienes recibieron un apoyo desde el inicio hasta el final de su educación superior, inclusive algunos hijos de colaboradores de don Víctor Cruz, desde la educación primaria.
Fundación CE, un regalo de don Víctor Cruz Márquez para Chihuahua
El proyecto comenzó como Cooperación Educativa A.C., una institución que otorgaba becas escolares a los hijos de los colaboradores de las empresas de don Víctor Cruz, creada en 1976, con la finalidad de mejorar la calidad de vida de la familia de los empleados.
En 2013, los hijos del señor Cruz Márquez dieron un giro a la asociación, canalizando el recurso con el que se apoyaba, pero ahora a jóvenes con el deseo y potencial para cursar la educación superior.
Desde su fundación hasta este 2019, la sociedad ha apoyado un total que supera a los mil 500 becados, desde que únicamente se les brindaba a hijos de los colaboradores, pasando por 2013 cuando se abre al público, hasta la fecha, dando apoyos integrales en materia de educación.
“Los casos de superación que hemos visto han sido impresionantes, desde chicos que no tenían nada y de pronto salieron adelante, como muchachos que tenían todo el potencial para ser grandes profesionistas; como el caso de un joven, de quien no recuerdo el nombre, quien solicitó el apoyo para estudiar en UTEP (The University of Texas at El Paso), en donde lo apoyamos y terminó siendo un profesionista reconocido en el ramo de las Matemáticas”, explicó Jorge Cruz Russek, hijo de don Víctor Cruz Márquez y actual presidente de la fundación.
El empresario chihuahuense comentó que el apoyo no se queda únicamente en ayuda a quienes obtienen la beca completa, pues existen otros dos tipos de beneficios a los que pueden ser acreedores.
“Existe lo que llamamos el apoyo tipo B, donde se les brinda hasta 5 mil pesos al semestre, con el propósito en que los inviertan en su educación, y finalmente existe el apoyo tipo C, donde se le solicita al benefactor que regrese un porcentaje del apoyo que recibió”.
Asimismo, el señor Cruz Russek explicó que los becarios no sólo se comprometen con la fundación, sino que también deben realizar servicios comunitarios para otras fundaciones, con el fin de devolver a Chihuahua un poco de lo que a ellos se les ha dado.
“Nosotros no aceptamos que hagan su servicio únicamente en una oficina sacando copias, queremos que vayan y ayuden al prójimo, que conozcan las condiciones en las que viven los que menos tienen, y que se den cuenta que se puede hacer mucho con muy poco”.
Además de realizar las horas que les pide el organismo, los chicos asisten a conferencias, pláticas y programas de ayuda, donde se les brinda un servicio extra, además del económico, cuaao necesitan apoyos emocionales, o simplemente para convivencia entre iguales.
Trabajo puerta por puerta
La licenciada Claudia Ochoa, directora de Fundación CE, explicó el cómo se lleva a cabo desde la convocatoria, la cual se ha lanzado a quienes deseen seguir estudiando, a través de El Heraldo de Chihuahua y otros diversos medios de comunicación, en donde se explican las bases de este programa.
En 2019, la organización lanzó su convocatoria a principios de marzo, cuando recibieron un total de 316 solicitudes las cuales fueron canalizadas por múltiples filtros, pues los requisitos para recibir el beneficio buscan que sean personas motivadas y con intención de mejorar su calidad de vida, terminando con un total de 100 becas integrales.
“Nos llegaron solicitudes de todo tipo, de personas de todas las universidades, Tec de Monterrey, La Salle, UACh, ITECh; nosotros queríamos enfocarnos en chavos en especial que esta beca fuera su oportunidad. No una ayuda, para ellos o para sus papás, sino que fuera un apoyo que los sacara a ellos adelante.
Claudia Ochoa explicó que el perfil de quienes reciben el beneficio, es de jóvenes preferentemente que sean los primeros en su familia que lleguen a universidad, con dificultades económicas, y que quieran estudiar la universidad.
“Empezamos a lanzar las convocatorias hace 6 años, a buscar en las preparatorias, a visitar los bachilleres, los Cecytech, y nos unimos a Fundación Chihuahua, donde nos canalizamos hacia chicos de Conaleps y Cbtis, así como preparatorias que se encuentran en la periferia”.
Dentro del perfil de los jóvenes que busca apoyar la fundación, la directora explicó que no es un requerimiento fundamental el tener buenas calificaciones, que a pesar de sí poder ser un factor importante, no es determinante para obtener la beca.
“Entendemos que en muchas condiciones extremas a los jóvenes se les pueda dificultar el estudio, y no por ello deja de ser alguien con motivación y deseo; comprendemos el querer estudiar y que factores como el mismo clima sean un tropiezo, pues cómo puede estudiar bien alguien en calor sin un ventilador en casa, o en frío sin un calentón o inclusive un anafre”.
Ésos tan sólo pudieran ser dos de los retos que enfrentan los chicos que quieren estudiar, pues el clima es un factor, sin embargo, la directora explica que hay otros aspectos, como padres que trabajan todo el día, que repercute en que el o la joven cuide a sus hermanos, así como que el solicitante trabaje para ayudar en casa, las distancias entre la escuela y la casa, entre un infinidad de aspectos más.
“La fundación lo que hace es apoyarlos con el pago integral de toda la carrera, asegurándoles que en determinado caso de obtener el apoyo completo, lo único por lo que se van a preocupar va a ser por estudiar”.
Algunos de los beneficiados
Jisel y Héctor son dos jóvenes que fueron beneficiados por la fundación para continuar con sus estudios superiores, y este año se encuentran cursando sus últimos semestres, ya con miras de salir y demostrar sus conocimientos.
Jisel Mercado Rabago es una joven quien pertenece a la segunda generación de becados por la fundación, ella estudia en la escuela de sicología Carl Rogers.
“Al año de estar cursando mi carrera me quedé por completo sin recursos, por lo que de plano ya no pude pagarla; mi mamá un día buscando trabajo platicó con una señora y ella le dijo que su papá había dejado un fondo de dinero para becar a jóvenes”.
Tras la conversación de la madre de Jisel, ésta decidió comunicarse con el personal de la fundación, con el propósito de aplicar para ser beneficiada.
“Al poco tiempo me notificaron que había sido una de las beneficiadas en las becas tipo B, por lo que me comenzaron a ayudar con la mitad de mi inscripción, y tuve la oportunidad de terminar mi carrera”.
Héctor Flores Cervantes, el menor de cuatro hermanos, platicó su experiencia, al ser uno de los beneficiados por la beca completa desde hace 4 años, la cual le permitió continuar en la carrera de Arquitectura.
“Mi hermano fue quien descubrió la opción, mientras leía el periódico vio la convocatoria y me dijo que mandara la solicitud, en ese tiempo pasábamos por dificultades económicas, por lo que me ayudaría para poder terminar con mis estudios”.
Héctor señala que cumplió al pie de la letra los requisitos de la convocatoria con el propósito de obtener el apoyo y poder terminar sus estudios; tras unas semanas de espera y luego de haber recibido la visita de los miembros de la fundación, finalmente le fue notificada su aceptación.
“Resulta que un día me hablan y me dijeron felicidades, tienes la beca, pero yo en ese momento pensaba que sólo era un apoyo económico; en ese entonces éramos como 7 chícharos, y hoy somos un montón”.
Héctor explica que después de 4 años de recibir un apoyo integral por parte de la fundación, justo ahora se encuentra cursando su noveno semestre, a tan sólo unos cuantos pasos de terminar su paso por la universidad.
“Me siento asustado, pero de buena manera, porque sé que me desenvuelvo bien en este ambiente, pero aún considero que hay cosas que puedo seguir aprendiendo”.
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