Primero fue secuestrada, después víctima de violencia verbal y sicológica, con engaños le arrebataron a su hijo y ahora lucha por recuperar a su hijo Dylan.
Karina Muñiz Acosta conoció a Francisco Javier Cervantes García a través de una amiga que radica en la colonia Revolución, luego cambió de residencia para vivir con su padre en Ojinaga, por lo que la relación amistosa continuó a través de Facebook y un día Francisco fue a visitarla.
Con engaños la subió al auto y se la trajo a la capital, la mantuvo incomunicada. Su discapacidad auditiva y su poca comunicación le impedían pedir auxilio. La situación se volvió tensa debido a que tenía menos de 18 años, su padre la buscó durante 72 días, puso el reporte de desaparición, viajó por varios municipios del estado, al grado que su diabetes se complicó.
Karina logró comunicarse con su madre, quien radica en Sonora, ella fue quien avisó al padre de que estaba en Chihuahua, pero como ya estaba embarazada de su hijo Dylan. "Mientras estaba embarazada se salía con sus amigos a embriagarse y me engañaba. Cuando llegaba a la casa borracho me agredía verbalmente y físicamente", relató.
Cuando el pequeño tenía tres meses de edad decidió separarse de Francisco, al no soportar sus continuos engaños. La joven se reencontró con un exnovio, pero tampoco le fue bien. Entonces conoció al padre de su hijo Iram.
Karina se fue a vivir a Sonora con su madre, allá transitó su embarazo, pero casi al dar a luz, pidió la ayuda de Francisco para que se hiciera cargo de Dylan, mientas que se encontraba en el hospital.
Durante un tiempo, Francisco se trajo al pequeño a Chihuahua, luego se lo regresó a Karina, pero de repente regresaron por Dylan. Cuando Iram cumplió un año decidió regresar a vivir a Chihuahua para que sus hijos convivieran. Se comunicó con Francisco para avisarle que estaba viviendo en Chihuahua y que en cuanto tuvieran una casa tenía que regresarle a su hijo. El hombre y la madre quedaron de acuerdo. Desde entonces cada fin de semana iba a visitar a Dylan.
El 10 de febrero de 2019 le prohibieron ver al niño, el argumento era que ella lo había abandonado.
Ese día fueron a platicar con Francisco y los abuelos del niño, Francisco no estaba. A los abuelos paternos les avisaron que ya les iban a entregar la casa y que necesitaba los papeles del pequeño para cambiarlo de escuela al terminar el ciclo escolar. Quedaron en comunicárselo al padre del niño.
El 13 de febrero fueron a recoger los papeles ya no la dejaron verlo, sólo les informaron que la habían demandado. La demanda le fue notificada el 15 de febrero otorgándole la custodia provisional al padre.
Karina argumenta que el Juzgado Primero de lo Familiar basó su decisión en las mentiras que Francisco contó, entre ellas que Karina lo engañaba.
Ahora la mujer sólo busca recuperar a su pequeño, quien además ha estado mal influenciado por los familiares paternos.
Karina ha pedido justicia, pero las puertas se le han cerrado.
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