Minimizar las situaciones de riesgo de las niñas, niños y adolescentes por encontrarse solos al salir de la escuela es el objetivo del modelo ADN “Ampliando el Desarrollo de los Niños”, mismo que ha desarrollado la Fundación del Empresariado Chihuahuense e implementado con apoyo de organizaciones de la sociedad civil en 74 centros escolares.
El director de Fechac, Adrián Aguirre Reyna, informó que el objetivo es ampliar la cobertura en 25 escuelas más, para ello iniciaron una campaña de recaudación de fondos denominada “¡Su ADN es la clave!”. Es una campaña de recaudación de fondos electrónica, así mismo han entablado comunicación con donatarios nacionales e internacionales.
El modelo ADN significa tocar vidas, brindando un ambiente sano, motivante y de alegría para niñas, niños y adolescentes que viven en situación de riesgo, ya que se trata de un modelo escolar de horario extendido, que en sectores altamente marginados brinda actividades artísticas, académicas y físicas, así como talleres de oficios, desarrollo humano y un refrigerio sano.
Nació en Ciudad Juárez en 2007 para rescatar a los niños y jóvenes provenientes de entornos donde la pobreza y la ausencia de padres o tutores era común porque tenían que salir a trabajar y conseguir el sustento familiar.
Se trata de brindar tardes seguras y saludables, donde pueden descubrir y desarrollar sus capacidades a través de actividades divertidas y formativas, el interés por el aprendizaje y la responsabilidad académica, la cultura de la nutrición saludable y la promoción de habilidades para la vida. Sembrando en ellos la esperanza de un mejor porvenir.
Durante este ciclo 2017-2018 los beneficiarios son 7 mil 386 personas de 74 centros escolares, quienes son atendidos por los integrantes de 27 organizaciones de la sociedad civil. Actualmente el modelo de implementa en nueve ciudades de Chihuahua, pero además ha sido implementado en los estados de Yucatán y Sonora.
El ingeniero Adrián Aguirre explicó que ADN es un programa formativo, no sólo educativo, ya que considera el perfil de las y los participantes, de sus familias o cuidadores; del entorno en el que se vive y se desarrollan. Con esto se busca crear ambientes más seguros generando cambios sociales de largo plazo.
Mencionó que la dinámica es sencilla, ya que al terminar las clases normales en el centro escolar, los beneficiarios se dirigen al comedor donde se les brinda comida nutritiva y luego se les dan clases lúdico formativas, con un centro de tareas. “Buscamos disminuir el riesgo de que los niños estén en las calles, actualmente la incidencia de las mamás trabajadoras es muy alta, las que tienen suerte tienen a la guardería o un familiar que les recoge a los niños”.
Hay otras mujeres que no cuentan con redes de apoyo, principalmente quienes trabajan en el sector manufacturero, quienes tienen que salir desde muy temprano de sus hogares y regresan alrededor de las 17:00 horas, para iniciar con el segundo turno laboral en el hogar.
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Que los hijos de estas mujeres no tengan a dónde ir los pone en situación de riesgo, con el modelo ADN se trata de atenderlos donde además se benefician, pues los resultados arrojan que son niñas, niños y adolescentes más desenvueltos, contentos, y mejor nutridos. Con actividades complementarias como danza, baile, música, pintura, violín, karate, entre otras disciplinas artísticas y deportivas.
La metodología permite adaptarlas al contexto de la comunidad, incluso se está trabajando en 15 escuelas de educación indígena en el municipio de Bocoyna.
Así mismo tienen un convenio con USAID que está convirtiendo para el mejoramiento de las metodologías y darles seguimiento a los beneficiarios.
También están trabajando con las autoridades educativas del estado para que les abran las puertas para la implementación en otras escuelas: “El reto que tenemos es muy grande, en el estado entre primarias y secundarias, son más de 5 mil 600”.
Cada niña, niño o adolescente beneficiado con el modelo cuesta 8 mil pesos al año, por lo que cada año se invierten 64 millones de pesos, de los cuales el 70 por ciento lo pone Fechac, a través de las organizaciones de la sociedad civil y en algunas escuelas la Secretaría de Educación y Deporte.
“La SED nos ha apoyado en abrir las escuelas, pero estamos convencidos de que debe llevarse a más escuelas, para ello necesitamos el apoyo de la comunidad”.
La realidad es que en el estado de Chihuahua son limitados los espacios para que los niños en situación de vulnerabilidad desarrollen sus habilidades. ADN brinda esto y más ya que es un lugar seguro donde además se previene la integración a pandillas o grupos delincuenciales. La tarea no es sencilla, se requiere la cooperación de la comunidad en general para garantizar el espacio para que más niños y niñas continúen siendo parte del programa.
En la página de Fechac www.fechac.org se encuentra la liga donde se puede realizar la donación o bien ingresando directamente a https://hipgive.org/project/their-adn-is-the-key/