Calvario de enfermos crónicos para surtir medicinas en IMSS

El desbasto que sufren continuamente los orilla a buscar por otros medios el costoso medicamento que requieren para su tratamiento, para prevenir un mayor deterioro de la salud

Samara Martínez | El Heraldo de Chihuahua

  · jueves 11 de junio de 2020

Foto: Manolo Aguirre | El Heraldo de Chihuahua

“No todo es Covid”, se escucha decir entre los pacientes del Hospital Morelos, quienes angustiados por la falta de medicamento para el tratamiento de enfermedades crónicas, se enfrentan desde hace años a una epidemia continua y sin fin: el desabasto en las farmacias de las diversas clínicas del Seguro Social.

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Así como el pico de contagiados por la pandemia de Covid-19 ha aumentado, la falta de medicamentos también, pues algunos derechohabientes aseguran que entre las prioridades de las autoridades no se encuentra la resolución del desabasto, mismo que es cada vez mayor durante la contingencia.

El hecho de depender de un tratamiento médico para enfermedades crónicas, entre las que destacan cáncer, lupus, insuficiencia renal, diabetes e hipertensión, obliga a los pacientes a depositar su vida en manos del sistema, un sistema que no cumple con su obligación de brindar salud digna a los afectados, ya que, como asegura Jorge, paciente con glomeruloesclerosis y lupus, la mayoría de las veces tiene que conseguir su medicamento en otras partes.

La mayoría de los costos de dichos tratamientos superan los 50 mil pesos al mes, mismos que de manera externa son difíciles de conseguir, pues además del costo, algunos no se encuentran en la capital del estado; tal es el caso del medicamento rituximab, utilizado para ciertos tipos de linfomas y para la leucemia linfocítica crónica, cuyo costo por dosis asciende a los 40 mil pesos.

La vida de Sandra cambió hace algunos años, pues le diagnosticaron varias enfermedades crónicas desde temprana edad; dislipidemia mixta, hipertensión, lupus e insuficiencia renal, forman parte del paquete de padecimientos que, desde los 14 años, ha tenido que soportar. “El año pasado acudí con el médico especialista del Hospital Morelos, con receta de mi doctor particular, donde se solicitaba la aplicación del medicamento rituximab y con la mano en la cintura me dijeron que no, que no era necesario, que ese medicamento, además de no tener en existencia, únicamente lo aplicaban a personas que prácticamente estuvieran muy mal, o a punto de perder algún órgano, o bien, la vida”, lo que la llevó a buscarlo de manera particular, pues no esperaría a sufrir la pérdida de algún órgano.

La falta de medicamentos en las distintas clínicas u hospitales del IMSS, crea una especie de viacrucis entre los enfermos, pues sus rostros proyectan desesperación, angustia y enojo, ya que ellos también están muriendo y al ser un problema latente esperan que las autoridades comprendan su situación y hagan esfuerzos para evitar escaseen los medicamentos.

Dicho camino se vuelve interminable, pues después de perder gran parte de la mañana en las diversas citas médicas, se corre a la farmacia con la esperanza de obtener el medicamento que ayudará a mantener estable la situación médica en la que se encuentre, pero al llegar no es sorprendente la escasez del mismo, por lo que, si no se tiene para adquirirla de manera particular, los mareos, el dolor de cabeza, náuseas y malestar general, comienzan a presentarse todos los días.

Aunque pareciera el título de una de las obras de Gabriel García Márquez: “Crónica de una muerte anunciada”, no lo es, únicamente se habla de la realidad que vienen miles de personas al acudir en busca de una salud digna, que hasta el momento no ha sido brindada.

La penitencia no termina ahí, pues cada mes se vuelve una constante lucha; tal pareciera que el camino con la cruz en la espalda se repite, esperando que las autoridades comiencen a trabajar por el bienestar de los más necesitados.

Por la presente pandemia, algunas de las personas que sufren padecimientos crónicos aseguran que la escasez está más presente que nunca, pues los esfuerzos se encuentran enfocados a la lucha contra el Covid-19, sin embargo, cuestionan a las autoridades pues su vida también debería ser prioridad en las agendas estatales.

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Manolo Aguirre | El Heraldo de Chihuahua

Foto: Héctor Dayer | El Heraldo de Juárez

Foto: Cortesía | Ricardo Ortega