“Mediante el uso de tecnología mal empleada estamos degradando los suelos, pues anteriormente se hablaba de mejorar los suelos, después se empezó a hablar de adecuar y ahora se habla de recuperar el suelo degradado”, señaló Luis Alberto Lightbourn Rojas, director de Bioteksa y presidente del Instituto de Investigación Lightbourn.
Dijo, por otro lado se habla de sustentabilidad, y hacerlo no es un término sociopolítico o económico, sino es una realidad vehemente “que implica que haciendo lo que hacemos logremos mejorar las circunstancias y ante todo no hacer daño y no estorbar los procesos naturales”.
La sustentabilidad implica la medición exacta de la huella de carbono, de nitrógeno y de agua, qué tanto deja cada empresa de estas huellas, pues la agricultura es la responsable del 33 por ciento de la degradación.
Cada nuez se lleva 37 litros de agua para producirse, un kilo de nueces son 40 nueces, y ahí se puede calcular el daño que es a costa de sacrificar el presente porque se sacrifica el agua.
“Falta programación, no es posible que el gobierno nos haga todo el trabajo, tiene la obligación de generar estructuras socioeconómicas y políticas pero no de estarnos manteniendo, nosotros como iniciativa privada necesitamos poner todo para que sin preocuparnos de qué color venga, tenga que seguir un plan de acción diseñado por los productores, la sociedad civil no queriendo inventar el hilo negro cada seis años”.
Añadió que México tiene una gran potencia, “estamos más enclavados en la región más olvidada de Chihuahua, en Jiménez. No dejemos el paquete entero a gobierno”.