El arzobispo de Chihuahua, monseñor Constancio Miranda Weckmann, presidió la santa misa dominical, en la Catedral Metropolitana de Chihuahua, como cada domingo a las 9:00 horas, que dedicó a los gobernantes, para que sean guiados por Dios en sus funciones.
Si te gusta estar informado, suscríbete a nuestro NEWSLETTER y recibe todas las mañanas en tu correo electrónico las noticias más importantes de Chihuahua. Da clic aquí, es gratis
Así mismo, en su homilía refirió la parábola de los labradores malvados del viñedo, y a Cristo como piedra angular, que había sido desechada por el arquitecto.
“El Padre Dios nos invita a que recibamos a su Hijo, él, Jesús, nos enseña, nos ilumina con su palabra, sus parábolas, predicciones, mensajes, también con la gracia que recibimos en los sacramentos, especialmente, en la comunión”, expresó.
En ese sentido, exhortó a revisar en lo personal cómo se ha recibido a los enviados, a los mensajes de quienes han dado buen ejemplo, si se han dado oídos a sus consejos.
“¿Hemos hecho caso a Dios que nos habla por las situaciones de la vida? El Señor le ha quitado la viña a los labradores y nos las dio a nosotros, sin merecerlo. Espera el Señor de nuestra parte frutos abundantes”, invitó.
Durante la ceremonia se observaron las medidas de sana distancia, como el filtro de revisión para la toma de temperaturas, la sana distancia, tapete sanitizante, el saludo de paz se realiza con una leve inclinación de la cabeza, y se ofrece la comunión espiritual para quienes siguen la transmisión por redes sociales. Al celebrar el sacramento de la comunión presencial, el señor arzobispo usa un cubrebocas, y otorga el Cuerpo de Cristo en la mano de los fieles.
Te puede interesar: