El párroco de la Catedral Metropolitana de Chihuahua, Monseñor Raymundo López, presidió esta mañana la sagrada eucaristía de forma pública, permitiendo un aforo de hasta el 30% de la capacidad del santo recinto.
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Las campanas de la "joya del barroco" como es llamada la arquitectura de la Catedral, hizo sonar sus campanadas con el llamado a misa, luego de meses de la suspensión de actividades, como parte de las medidas de prevención de contagio del Covid-19, decretadas por el Gobierno del Estado y acatadas por la Arquidiócesis de Chihuahua.
Esta apertura incluye medidas como riguroso uso de cubre bocas, gel sanitizante, tapete con líquido desinfectante, observancia de la sana distancia, y el otorgar la sagrada comunión en la mano, y no en la boca.
Algunos feligreses expresaron abiertamente su regocijo por tener la oportunidad de congregarse y asistir a la misa, pues aún permanece la invitación a grupos vulnerables a quedarse en casa y seguir la misa, vía transmisión remota.
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