Este primero de abril, se conmemora el Jueves Santo, cuando se realiza la ceremonia del lavatorio de pies, en memoria del acto de humildad y amor al prójimo que ejemplificó Jesús con sus discípulos, y que es retomado por los jerarcas de la Iglesia Católica, como lo hace cada año Don Constancio Miranda Weckmann, arzobispo de Chihuahua.
Por motivo de la pandemia, el aforo en los centros de celebración religiosa se ve limitado hasta un 30% de su capacidad, y se debe cumplir con las medidas de prevención de contagios, a las que deben sujetarse los feligreses, como el uso obligatorio de mascarilla, evitar contacto físico y guardar la sana distancia, uso de tapete sanitizante y gel antibacterial.
Así mismo, es en el Jueves Santo cuando se celebra la institución de la eucaristía, representado en el sacramento del Cuerpo y la Sangre de Cristo bajo las especies de pan y vino. En este punto, se recuerda cuando Cristo tuvo la Última Cena con sus apóstoles, cuando les dio a comer del pan, que es su cuerpo, y del vino, en señal de la sangre derramada por el perdón de los pecados y les ordenó hacer esto, en su memoria.
Por tradición popular, los chihuahuenses acostumbran realizar la visita a los Siete Templos lo más temprano posible, por lo que se puede ver a familias completas caminando por las céntricas calles de la ciudad, donde se encuentran a una distancia relativamente corta las capillas, templos y parroquias a donde acuden para simbolizar el trayecto de Jesús durante la noche que sufrió la traición, y se recuerda en la expresión coloquial de “ir de Herodes a Pilatos”.
Entre los más visitados están la Catedral Metropolitana de Chihuahua, el Templo de San Francisco, Santa Rita, Sagrado Corazón de Jesús, Nuestra Señora del Refugio, Cristo Rey, Nuestra Señora de la Soledad, San Rafael, Santa Rosa de Lima, Santa Rita de Casia, entre otros en los que se recorre una distancia relativamente corta.
La costumbre es que al llegar a cada uno de los lugares santos, se eleve un rezo, y se medite el sacrificio y las horas de tormento que pasó Jesús, previo a la Pasión, Muerte y Resurrección.