El niño de tan sólo 8 años, quien vive en los alrededores de Carrizalillo, nos cuenta brevemente el calvario que sufrió por una mordedura de garrapata, la cual fue por estar jugando a las afueras de su casa con su perro.
Corto de palabras, César dijo que cuando le picó la garrapata en una de sus piernas no sintió nada, sino que horas después comenzó a tener dolores de cabeza y mareos. Sus padres, quienes provienen de la etnia tarahumara, lo comenzaron a tratar con yerbas para quitarle el resfriado.
Pero lo que parecía un simple resfriado se complicó cada vez más y tuvieron que llevarlo al hospital. Los doctores informaron que tenía en el pie un piquete de garrapata.
Tras colocarle el tratamiento César, de 8 años, estuvo varios días en la sala de terapia intensiva donde al ser dado de alta no podía caminar porque le dolían las piernas a consecuencia de la rickettsia
César es el mayor de tres hermanos, los cuales siguen en riesgo, ya que su vivienda no cuenta con drenaje. Sólo esperan el agua que cada tercer día les lleva la pipa, lo que complica la limpieza en el hogar.