El regidor Antonio García Hernández lamentó el deceso de más de mil 100 personas a consecuencia del Covid-19 en esta capital, y la condición de vulnerabilidad económica en la que se encuentran muchos de ellos, situación que hace impostergable la habilitación de un nuevo cementerio municipal que propuso se instale en el norte de la ciudad.
El regidor García explicó que de los cuatro cementerios municipales existentes, tres están ya saturados y únicamente se cuenta con el ubicado en el ejido El Carrizalillo, situado fuera de la mancha urbana al sur de la ciudad y que el regidor calificó que se encuentra en pésimas condiciones para brindar una sepultura digna y decorosa a los chihuahuenses fallecidos, principalmente a razón de la pandemia.
En reciente sesión de comisiones, el edil priista recordó que desde hace tres años ha insistido en la construcción de ese cementerio al norte, planteamiento que ratificó en diciembre pasado para que fuera contemplado en el Presupuesto de Egresos de 2021.
“Lo que más logramos es que dentro del gasto corriente de la Dirección de Servicios Públicos Municipales, se pudieran tomar algunos recursos y lograr un terreno de una superficie bastante amplia, tal como se ha estado ya gestionando a través de la Dirección de Desarrollo Urbano y de la Comisión respectiva de regidores, para evitar se construya una instalación así nada más como se nos dijo: con una oficinita, una barda de algunos metros y con esto es suficiente”, dijo.
El esmero que demanda el regidor García es para ofrecer a los chihuahuenses un espacio digno en el que se honre la memoria de los seres queridos fallecidos; por lo que llamó a la autoridad Municipal a realizar un esfuerzo para ello, además, planteó la necesidad de urbanizar el acceso al panteón El Carrizalillo, que comprende una longitud de poco menos de un kilómetro y que actualmente presenta una muy fracturada terracería.
“Si en estos momentos hay una defunción en Riberas de Sacramento, o cualquier colonia apartada del norte de la ciudad, las familias de escasos recursos sufrirán aún más la pena, ya que el cortejo fúnebre tiene que atravesar toda la mancha urbana y después un maltrecho tramo de terracería para poder arribar a una fosa en El Carrizalillo; no hay un panteón municipal apropiado al norte de la ciudad, lo que afecta en su mayoría a familias sin solvencia económica para pagar los servicios funerarios en un cementerio privado, de los cuales sí hay bastantes en operación”, aseveró.
Finalmente, Antonio García, reconoció que la Administración Municipal ha trabajado en apoyo a la población para mitigar los efectos de la pandemia, pero aun así “los chihuahuenses carecen hoy en día de un espacio digno que debe ofrecerse para honrar a sus difuntos, y en esto estamos fallando, a pesar de ser el servicio de panteones una obligación Constitucional a cargo del Municipio”, dijo por último.