Durante la noche del domingo y la madrugada de este lunes, un gran grupo de migrantes salió del campamento sobre el bulevar Juan pablo II y se aventuraron a los patios de Ferromex, donde montados en la “bestia” lograron salir de la capital, dejando sus carpas y espacios donde dormían quedaron desolados y rodeados de desechos.
Con base a los testimonios de los pocos migrantes que se quedaron en la ciudad de Chihuahua al sur de la ciudad en las inmediaciones de la estación Tabalaopa, parece que los extranjeros comenzaron a dejasolar el lugar por cuenta propia desde la noche del domingo 21 de abril, para que la mañana del lunes 22 el campamento sobre la calle Industrial 10 y Juan Pablo II, quedó prácticamente abandonado.
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En las carpas que aún se encuentran en los alrededores, quedan pocas familias, las cuales no pasan de 50 personas en situación de movilidad las que quedan en este campamento, comentaron que la mayoría de los migrantes que partieron durante la noche y madrugada de este lunes utilizaron los trenes de Ferromex, mientras que otros consiguieron transporte por parte de vehículos particulares y de plataformas de viaje.
El estacionamiento del Oxxo que se encuentra sobre el bulevar Juan Pablo II donde los migrantes colocaban sus carpas, actualmente está vacío, mientras que en el terreno detrás del estacionamiento aún están instaladas las carpas que fueron instaladas por la empresa Catalina Construye, las cuales fueron utilizadas por los migrantes para dormir.
Asimismo, sobre la calle Industrial 10 donde se habían instalado decenas de carpas, ahora está desolado con el único remanente de basura y desechos que fueron dejados por los migrantes en su partida.
Queda la ropa vieja que los migrantes fueron abandonando con cada prenda nueva que los ciudadanos capitalinos les donaban ropa nueva y limpia, así como zapatos y otros artículos de primera necesidad.
Entre los montones de basura es fácil identificar las decenas de botellas de plástico tanto de agua como de refresco, envoltura de comida chatarra, envases de comida rápida, cajas de pizza, bolsas de plástico, e incluso en uno de los rincones junto al Oxxo se identificó fruta podrida.
Asimismo, pasando el bulevar y a pocos metros del Oxxo también se encuentran algunas carpas de migrantes que por una u otra razón no han podido salir de la ciudad, ya sea por miedo a los trenes o por falta de dinero para viajar por vehículos particulares.
Es de mencionar que en el terreno detrás de la tienda de conveniencia, los migrantes que están planeando quedarse más tiempo en la ciudad capital para trabajar, están construyendo viviendas más estructuradas, utilizando pedazos de madera, lámina y cobijas.